El águila-azor perdicera (Hieraaetus fasciatus) está catalogada "en peligro de extinción" en la Región de Murcia y es prioritaria a efectos de financiación por el instrumento económico LIFE. Su estado de conservación en esta ZEPA se puede considerar como bastante bueno, con una población que se mantiene estable en 7 parejas, siempre que se garanticen las condiciones actuales de su hábitat. Además, este espacio cumple criterios ZEPA para el búho real y el camachuelo trompetero.
Una de las acciones del Proyecto LIFE es la realización de correcciones en las líneas eléctricas peligrosas para las aves en la ZEPA y su entorno, encaminadas a disminuir su peligrosidad y reducir la mortalidad por electrocución y colisión del águila-azor perdicera y el búho real.
En concreto las líneas eléctricas también afectan a otras aves. En la Región de Murcia, sólo en 2002, ingresaron en el Centro de Recuperación "El Valle" 21 aves electrocutadas y una colisionada. Entre estas especies se encontraban varias protegidas como: águila calzada, águila culebrera, buitre leonado, búho real, cigüeña blanca y milano negro.
Para ello, la Administración regional firmó sendos convenios con las compañías eléctricas operantes en el entorno de la ZEPA de Almenara, Red Eléctrica de España (REE) e Iberdrola, propietarias de la línea eléctrica de transporte y las líneas de distribución respectivamente, con el objeto de que ellas mismas fueran las que ejecutasen las acciones de corrección y acondicionamiento medioambiental de las mismas.
Una de las principales amenazas para la conservación del águila-azor perdicera es el diseño y localización de las líneas eléctricas que cruzan la ZEPA y la zona de influencia. Esto conlleva un alto riesgo de electrocución y colisión, el cual aumenta conforme lo hacen las líneas para abastecer más regadíos y urbanizaciones.
Primeramente se realizó un estudio en el que se localizaron las zonas de mayor riesgo. Se procedió al recorrido sistemático de las líneas de distribución dentro de la ZEPA y en un perímetro de 500 m a su alrededor. La combinación de peligrosidad de diseño de los apoyos y la utilización de éstos y del hábitat por las aves, determinó los apoyos prioritarios a corregir para evitar electrocuciones.
Por ejemplo, los apoyos en las proximidades de las balsas de riego tienen riesgo alto. Esto es debido a que las aves bajan a bañarse a las balsas, utilizando posteriormente los postes del tendido eléctrico como posaderos para secarse, lo cual es motivo de accidentes por electrocución.
Los apoyos se clasificaron en función de la prioridad de corrección en una escala de 1 (urgente) a 6 (nulo) y se modificaron los más prioritarios en las líneas de Pastrana, Purias y Ugéjar, además de un punto negro en el que se encontró el cadáver de un búho real en la línea de los Arejos, perteneciente al municipio de Águilas.
Los trabajos de acondicionamiento medioambiental de los tendidos eléctricos consistieron en la sustitución, aislamiento o modificación de apoyos peligrosos adecuándose a los modelos menos peligrosos.
En total han sido corregidos apoyos en más de siete kilómetros de tendido eléctrico de distribución, de los cuales dos kilómetros estaban dentro del área de influencia alrededor de los nidos del águila-azor perdicera. El número total de correcciones asciende a 89 apoyos de los 738 revisados en la ZEPA "Sierra de Almenara, Las Moreras y Cabo Cope", por lo que se han corregido hasta la fecha un 12,1%. De los apoyos corregidos, 80 tenían una prioridad de corrección entre 1 y 4, un 22,2% del total de apoyos comprendidos entre esas prioridades. Un total de 59 apoyos tenían una prioridad de corrección 1 (urgente), lo que supone un 30,4% de los apoyos con prioridad 1 de las líneas revisadas en la ZEPA.