Ecosistemas II
Las dunas
Los sistemas dunares que se extienden desde el Mojón hasta las proximidades de Punta de Algas están fijados en su mayor parte por la vegetación autóctona o por especies introducidas por el hombre con objeto de frenar su avance hacia las salinas en tiempos pasados. En estos lugares podemos encontrar diferentes especies de aves que se distribuyen en el espacio en función del nivel de ocupación de la vegetación.
En las proximidades de las dunas se encuentra la zona de depósito de sedimentos, en primera línea de costa. Algunas de las especies más interesantes por su escasez y vistosidad son la terrera marismeña, curruca rabilarga, alcaudón real, correlimos tridáctilo, escarabajos pimelias, cuernecillo de mar, azucena de mar y barrón.
La pinada
El bosquete de pino carrasco que se puede observar en las proximidades del puerto se asienta sobre terrenos arenosos y alberga una fauna distinta a la de otros ambientes, contribuyendo al aumento de la variedad de especies del Parque. Entre las muchas especies que podemos observar, destacan el pino carrasco, sabina negra, espino negro, lentisco, perdiz, zarzal común, curruca cabecinegra y lechuza campestre.
Los fondos marinos
Las diferencias de los parámetros físico-químicos entre el Mar Menor y el Mediterráneo han ocasionado que existan diferencias cualitativas y cuantitativas en las poblaciones de seres vivos que habitan ambos mares, aunque a raíz de la ampliación del canal del Estacio estos parámetros se han acercado a cifras próximas.
Las especies más significativas en los fondos del Mar Menor son el sombrerillo verde, oreja de liebre, alga filamentosa, pez soldado, zorro, dorada, pez trompeta y caballito de mar. En los fondos mediterráneos encontramos la salpa, doncella, saltamontes de roca, serrano, oblada, Posidonia oceanica, trompeta y anémona.
Las playas
Corresponde a las zonas directamente afectadas por el oleaje, extendiéndose tierra adentro hasta el inicio de las primeras dunas móviles, y mar adentro hasta el límite de la banda de estudio de las comunidades sumergidas.
Los materiales que las componen son las arenas de playa del Cuaternario reciente y se localizan formando una estrecha franja que discurre en dirección Norte-Sur en el tramo de costa perteneciente al Mediterráneo. Cuatro son las playas que componen esta franja:
- Playa de El Mojón (sector septentrional).
- Playa de la Torre Derribada.
- Playa de la Llana.
- Playa de la Barraca Quemada (sector meridional).
La composición florística de las playas se caracteriza por las siguientes especies, no sujetas a ningún tipo de protección: Cakile maritima, Salsola kali, Eryngium maritimum y Lotus creticus. A estas comunidades de playa se les asocian taxocenosis de aves marinas que utilizan el medio pelágico para alimentarse o como zona de desplazamiento o de reposo. Entre estas aves destaca el chorlitejo patinegro, especie sobre la que existe creciente interés internacional por la disminución poblacional que experimenta en muchas regiones, junto al correlimos tridáctilo, vuelvepiedras y ostrero. También el charrancito y las gaviotas que lo utilizan fundamentalmente para alimentarse. Todas ellas se incluyen en el "Catálogo nacional de especies amenazadas" como especies de "interés especial".
Además de las aves, los únicos vertebrados que también se localizan en estas unidades de playa son algún reptil como el eslizón ibérico. La riqueza faunística de las playas de arena la proporcionan los invertebrados, fundamentalmente de carácter detritívoro (anfípodos, poliquetos), que sirven de alimento a otras especies.
Las unidades de playa no suelen caracterizarse por una amplia biodiversidad. La valoración general de las playas mantiene una estrecha relación con su estado de conservación y la incidencia de la demanda recreativa que soporta con unos máximos de perturbación que se concretan en la época estival.
En general son espacios bien conservados con alto valor paisajístico al pertenecer a una franja de litoral no urbanizada, lo que les confiere un carácter único en el área del Mar Menor y en el conjunto de la costa española. Se calcula que existen escasamente 100 km de playas vírgenes en España, de las que casi 6 km pertenecen al Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro.