Alvaro Spottorno Topete nació en Cartagena en el año 1880 en el seno de una familia de la alta burguesía. Su padre, Juan Spottorno y Bienert, era miembro del Cuerpo Jurídico de la Armada, mientras que su madre, Josefina Topete Cavaillón, era sobrina del Almirante Juan Bautista Topete, uno de los militares que encabezaron la Revolución de 1868 que supuso el destronamiento de la Reina Isabel II.
Álvaro vivió sus primeros años en la casa palacio que poseía la familia Spottorno en la calle del Cañón. De niño mostró una habilidad superior a las de sus compañeros en las competiciones deportivas, logrando algunos triunfos en carreras de velocidad que fueron elogiados por la prensa local.
En 1899 toda la familia Spottorno Topete (a excepción de Juan, el hijo menor) trasladó su residencia a Madrid debido a que el cabeza de familia había sido destinado a aquella ciudad como Auditor General del Ministerio de Marina.
Un deporte marginal
A finales del siglo XIX el fútbol daba sus primeros pasos en Madrid. En aquella época era un deporte marginal practicado por estudiantes y que provocaba reacciones negativas entre los sectores más conservadores de la población. En el libro del centenario del Real Madrid aparece reflejada una curiosa información de un diario de la época en la que se muestra la consideración que tenía este deporte para una buena parte de la sociedad.
''Nuevamente respetables ciudadanos se dirigen a nuestra redacción solicitando la intervención de la autoridad para impedir la inmoral exhibición que, los domingos por la mañana, realizan en uno de los solares existentes en la Calle Velázquez, unos indecentes individuos que, en paños menores, corretean detrás de un pelotón. Efectivamente, se hace imprescindible la toma de eficaces medidas para que hechos de esta naturaleza no sigan proliferando''.
El Madrid Foot Ball Club
A principios de 1897 un grupo de antiguos alumnos de la Institución Libre de Enseñanza formaron una asociación deportiva a la que llamaron Foot Ball Club Sky. Los futbolistas jugaban los partidos en la margen derecha del Río Manzanares en las praderas existentes junto a la Puerta de Hierro.
En 1900 un grupo de jugadores de este equipo encabezados por Julián Palacios se distanciaron del Sky y pasaron a jugar sus partidos en un solar cercano a la Calle Velázquez, junto al taller de un marmolista en el que guardaban las porterías.
Apenas hay noticias sobre la actividad deportiva de estos jóvenes hasta que en 1902 los hermanos Juan y Carlos Padrós, empresarios de las artes gráficas, decidieron legalizar un club deportivo. La sociedad adoptó el nombre de la ciudad, Madrid Foot Ball Club (posteriormente pasaría a llamarse Real Madrid). Entre los fundadores de este equipo se encontraba el cartagenero Álvaro Spottorno.