Sede: Iglesia Primitiva de Nuestro Padre Jesús
Hora de salida:
8.00 horas (A las seis horas solares como mandan sus antiquísimas constituciones)
Hora de encierro: 13.00 horas

En punto. A las seis horas solares se abren las puertas de la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, propiedad de la cofradía, y se pone en marcha una de las procesiones más representativas y conocidas mundialmente gracias a las obras de arte, de valor incalculable, que realizara el inmortal escultor murciano del siglo XVIII Francisco Salzillo Alcaraz. Más de cuatro mil nazarenos, entre penitentes, mayordomos, estantes, promesas y secciones de bocinas, visten la túnica morada y muchos de ellos caminan descalzos a lo largo de más de ocho horas de procesionar por las calles murcianas.

Itinerario

Plaza San Agustín (rodeándola), Calle García Alix, Plaza Pedro Pou, Calle Vidrieros, Plaza San Antolín, Calle Sagasta, Calle del Pilar, Plaza San Julián, Calle San Pedro, Plaza San Pedro, Calle Poeta Jara Carrillo, Plaza Martínez Tornel, Calle Tomás Maestre, Glorieta de España, Calle Arenal, Plaza Cardenal Belluga, Calle Escultor Salzillo, Plaza Hernández Amores, Calle Trapería, Plaza de Santo Domingo, Calle Basabé, Calle Echegaray, Plaza Romea, Calle Fernández Ardavín, Plaza Santa Gertrudis, Calle Calderón de la Barca, Plaza José Esteve Mora, Plaza San Bartolomé, Calle Santa Catalina, Plaza Santa Catalina, Plaza de las Flores, Calle Jiménez Baeza, Calle San Nicolás, Calle Santa Teresa, Calle Mariano Girada, Acisclo Díaz, Plaza Agustinas, Calle Agustinas, Calle Santa Cecilia, Plaza San Agustín, al Templo.


Pasos

1. La Santa Cena (1763)
2. La Oración en el Huerto (1754)
3. El Prendimiento (1763)
4. Los Azotes (1777)
5. La Verónica (1755)
6. La Caída (1752)
7. Nuestro Padre Jesús Nazareno (1600)
8. San Juan (1756)
9. La Dolorosa (1755)

Todas las obras son de Francisco Salzillo, excepto Nuestro Padre Jesús Nazareno, que es anónima.


Otros aspectos del Desfile

La procesión tienen momentos muy intensos, como puede ser la salida del templo, con la complejísima maniobra que realizan sus estantes y la pericia de éstos para sacar a la calle, por la estrecha puerta del edificio, los pesados pasos o insignias. Contemplarla por las estrechas calles de la ciudad. Presenciar el cortejo, al filo de mediodía, por las plazas de Santa Catalina o Las Flores. Deleitarse con las difíciles maniobras para pasar por la calle San Nicolás, donde, incluso, los espectadores tienen que levantarse de las sillas para que los pasos puedan discurrir. El entorno del convento de las Agustinas o, ya con las primeras horas de la tarde, ver la recogida de nuevo en la plaza San Agustín, con la dificultad que entraña su entrada en el templo tras ocho horas de trabajos y fatigas.