Emplazamiento estratégico

     Los pobladores del territorio del futuro Aledo percibieron, incluso desde épocas muy tempranas cronológicamente, las amplias posibilidades del lugar.

     El emplazamiento aglutinaba una situación estratégica con la disponibilidad de múltiples recursos, destacando especialmente los hídricos, cuyo control adquiere una importancia vital.

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Primeras noticias

     En el término municipal de Aledo se conocen varios yacimientos arqueológicos de épocas anteriores a la Edad Media, pero es en este período cuando Aledo entra en la Historia con letras mayúsculas. No se debe descartar que, sobre el terreno que hoy ocupa la población aledana, ya existiera un pequeño asentamiento hispanovisigodo que, dada la ausencia de noticias en los textos de la época, no habría tenido una gran entidad.

     La fundación o refundación de Aledo (al-Yif, en árabe) y la progresiva ocupación de este lugar por parte de los colonos musulmanes venidos de lejanas regiones, habrían sido los fenómenos de carácter local que marcaron el inicio de una etapa esplendorosa que se prolongaría durante toda la baja Edad Media.

     Poco después de la conquista musulmana de la península ibérica, iniciada tras la derrota de Don Rodrigo en la batalla de Guadalete (año 711) una rama familiar de los omeyas instaura el llamado Emirato dependiente de Damasco, con capital en Córdoba, que perdurará hasta el año 756. En Aledo muy pronto surge un núcleo fortificado, situado en las estribaciones meridionales de una zona intermedia de los macizos montañosos de Sierra Espuña.

     En ese primer asentamiento se habrían establecido miembros de alguno de los ejércitos (yund) yemeníes, sirios o egipcios que fijaron su residencia en la Cora de Tudmîr, así se llamaba entonces al territorio equivalente a la región murciana. La importancia de la cercana ciudad de Lorca (Madînta Lurqa) durante los primeros siglos de dominación musulmana fue un factor fundamental, no sólo para el poblamiento y la colonización agrícola de todo el valle del Guadalentín, sino también para el desarrollo económico y social del núcleo aledano.

El Siglo IX, fundación de Aledo

     El nuevo asentamiento de Aledo fue cuidadosamente planificado desde el punto de vista de la estrategia militar. Para ello se ocupó un espigón rocoso de gran valor defensivo, desde el cual se dominaba una extensa comarca o alfoz. En una época plagada de conflictos bélicos entre reinos y culturas que pugnaban por realizar conquistas territoriales, Aledo se convertiría en un hito clave en el control de las vías de comunicación entre el litoral del sureste peninsular y la meseta castellana.

     La abundancia de cursos de agua intermitentes o ramblas y de fuentes naturales en el entorno también favoreció el asentamiento de varias alquerías rurales, eran poblados de menor entidad que dependían administrativamente de Aledo, el núcleo más importante. En ese sentido, el área más fértil del entorno fue el val de Aledo (valle de Aledo) mencionado en los textos medievales. Allí se concentran los núcleos de población, algunos en la actual rambla de los Molinos y en la rambla de la Santa, otros en las estribaciones montañosas en la Sierra de la Tercia.

     El nuevo núcleo surgió como un "oasis" en medio de un territorio montuoso y semidesértico, donde a menudo las tropas de los ejércitos que pretendían tomarlo fallecían de sed. Como contraste, la abundancia de agua en las cercanías del asentamiento facilitaba el abastecimiento de sus habitantes y la irrigación de sus huertas (ver vídeo).