Existen dos tipos de lubina que se pueden adquirir en mercados: salvaje y de cría. La mejor temporada para degustar la primera es durante los meses fríos, aunque debido a la escasez de piezas para la comercialización su precio es muy elevado. En el aspecto gastronómico su carne resulta más sabrosa y firme.
La mayor parte de las que podemos encontrar en pescaderías provienen de la acuicultura, disponiendo de este pescado durante todo el año a precios moderados. Se trata de ejemplares que soportan muy bien traslados desde los puertos o lonjas hasta los establecimientos dispensadores, además de no padecer agotamiento como consecuencia del ajetreo de la pesca.
La forma natural de encontrar este pescado en la lonja o el mercado es fresco, de una pieza, con su carne firme y pocas espinas que le confieren la particularidad de poder realizar recetas con sus filetes o lomos completos, tratándolos de igual forma que la merluza.
La lubina permite muchas y variadas formas de preparación al igual que pescados como el atún, la dorada o el mújol. En la Región de Murcia son tradicionales los arroces marineros a los que se añade pescado, guisos con patatas cocidas, asados con plantas aromáticas (hinojo, estragón, tomillo, romero, etc.), a la plancha o rehogados con vino blanco de la tierra.
Durante las cenas navideñas se dispara su consumo en los hogares españoles. Aunque cada región cuenta con una forma diferente de elaborarla es común utilizar la más sencilla, a la sal. También se puede combinar, tras pasar por el horno, es recetas como el caldero o con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
En la nueva cocina es un producto estrella para preparaciones como al hojaldre o a la naranja, contando con presencia asegurada en los restaurantes más sofisticados y selectos del país, sobre todo la lubina salvaje.
Para los niños supone uno de los platos de pescado con mayor aceptación ya que apenas posee espinas y su sabor es suave, con un aroma poco pronunciado. Para que los niños vayan acostumbrándose a comer pescados como la lubina, es aconsejable acompañarlos con sabrosas salsas como la americana, verde o rosa. Pero también existen ciertas recetas muy queridas por los más pequeños que se pueden elaborar con ella como, por ejemplo croquetas, empanadillas o pasteles salados.