La lubina o robalo era conocida en época romana como lobo o lupi lunati debido a la rapidez y voracidad con que ataca a sus víctimas para la alimentación. En concreto, filósofos, poetas y escritores griegos y romanos han dejado entre sus textos algunas referencias hacia este pescado. El dramaturgo griego Aristófanes (siglos V-IV a.C.), un hombre con gran afición a la gastronomía, reflejó en sus satíricas comedias teatrales aspectos de la vida cotidiana de hace más de 2.300 años y entre ellos el consumo de lubina, afirmando que era el más sagaz de los peces ya que la veía, al igual que otros autores clásicos, capaz de escapar de los pescadores. Como dato significativo en Grecia este sería denominado como 'hijo de los dioses'.
La pesca de lubina se ha realizado siempre desde la orilla del mar ya que es un pez acostumbrado a nadar cerca de las costas rocosas, arenales, estuarios, puertos, dársenas e incluso adaptado a introducirse en aguas dulces subiendo por las rías.
Su carne es una de las más sabrosas de todo el Mar Mediterráneo, tal como se asegura desde tiempos de Grecia y Roma. Actualmente las zonas portuarias del levante español y las Islas Baleares manejan cerca de 50 recetas que tienen a la lubina como ingrediente principal.
Producción en la Región de Murcia
En la Región de Murcia, al igual que con el atún y la dorada, durante los años 90 del siglo XX se comenzaron a utilizar las nuevas técnicas en acuicultura que capturaban bancos completos de estos peces en su hábitat natural transportándolos a criaderos donde controlar su crecimiento. Durante el año 2006 la cría de lubinas en las granjas murcianas proporcionó más de 1.200 toneladas de este pez a los mercados, aunque con el Plan Estratégico Regional para la Acuicultura 2007-2013 se ha propuesto elevar esta cifra hasta las 1.500 toneladas anuales.