En el mercado
La mejor época para adquirir caballa en la lonja o pescaderías es el período que comprende los meses de abril y septiembre, cuando se acerca a las costas cálidas del Mediterráneo pasados los rigores del invierno. Una vez delante de los ejemplares es importante decantarse por los que presentan un tamaño reducido (sin bajar de los 18 cm. permitidos), ya que están considerados de una calidad superior. Consistencia de la carne y brillantez de su piel son dos factores a tener muy en cuenta para diferenciar un pescado de calidad, ya que la caballa pierde rápidamente sus propiedades poco tiempo después de haber sido capturada.
En la mesa
Un tanto por ciento muy elevado de la caballa que se consume en casas particulares se dispone en conserva. En estas condiciones complementa preparaciones como ensaladas, tortillas, bocadillos, huevos rellenos o empanadas.
Existen numerosas formas de cocinar la caballa fresca como al horno, asada, a la parrilla, escabechada, a la plancha, frita o cocida. En todas y cada una de estas elaboraciones agradece el acompañamiento de hierbas aromáticas, así como guarniciones a base de patatas o verduras.
En los últimos años se pueden encontrar en el mercado piezas de este pescado ahumadas, ideales para canapés o entrantes como la ensalada de ahumados.
Algunos consejos para los niños
La caballa es un pescado que posee una gran cantidad de espinas por lo que es conveniente adquirirlo en filetes a los que ya se le han extraído. Al tratarse de un producto con precios asequibles podemos comprarlo con frecuencia acostumbrando de esta forma el gusto de los más pequeños al pescado. Es aconsejable presentar la caballa en recetas atractivas a los ojos de los niños como por ejemplo en pasteles salados, lasañas, ensaladas de pasta, arroces, así como sándwich y bocadillos.