En el mercado
Invierno y primavera son las estaciones propicias para encontrar en el mercado apio de excelente calidad, aunque gracias a las nuevas técnicas de cultivo y a la facilidad de producción de las variedades verdes de esta hortaliza es posible conseguirlo durante todo el año.
El apio fresco presenta una apariencia lustrosa, de tallos gruesos, compactos, de textura firme, crujiente y con color verde claro. Sus hojas mostrarán esa misma tonalidad y frescura, pudiendo aparecer levemente marchitas. Siempre debemos evitar adquirir las pencas blandas, con manchas o sequedad.
De cara a su conservación es importante refrescarlo sumergiendo la base de los tallos en agua. En la nevera puede permanecer 3-4 días sin perder textura o propiedades, soportando mejor el paso del tiempo si se envuelve en papel humedecido. También podemos almacenarlo en el congelador, teniendo en cuenta que al descongelarlo su textura se reblandece. En el frigorífico lo mantendremos a 5ºC o algún grado menos ya que sus tallos perderán gradualmente el color con una temperatura más elevada, al igual que disponiéndolo junto a frutas de respiración rápida como los melocotones, ciruelas o fresas ya que producen gran cantidad de etileno que acelera la maduración.
En la mesa
De la planta del apio se pueden aprovechar para diferentes recetas tanto los tallos como las hojas, utilizándose ambas si están verdes en recetas elaboradas, como por ejemplo las sopas. En cambio, las pencas blancas o doradas, con su textura crujiente, tierna y fibrosa, resulta un buen ingrediente para ensaladas, añadiéndose cruda tras eliminar sus hilos cortada en tiras o rallada.
En la Región de Murcia se elaboran algunos platos que contienen apio entre sus ingredientes, destacando estofados, cocido con pelotas, y el pollo asado con verduras.
Las propiedades nutritivas que aporta el apio resultan muy beneficiosas para los niños pero, como otras hortalizas y legumbres, es un alimento difícil debido a su marcado sabor. Mostramos a continuación algunas recetas y consejos que faciliten su consumo:
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Pencas rellenas de queso, carne, bechamel,..., fritas o cocidas.
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Acompañarlos con algún tipo de salsa como mahonesa o salsa rosa.
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Zumo fresco elaborado con los tallos y las hojas, mezclado con zanahoria o manzana que le dan color y ocultan el sabor.
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Elaborar varios platos con apio para ir acostumbrando los paladares a un sabor tan particular.
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Eliminar los hilos al limpiar el tallo, especialmente si se emplea en cremas, para facilitar su ingesta.