Historia y distribución

El origen de la ciruela parece remontarse a las zonas del Cáucaso, Anatolia (área de la actual Turquía) y Persia (actual Irán). A través de los escritos de historiadores griegos y romanos sabemos que esta fruta era tratada como salvaje por los primeros y que los segundos ya conocían diferentes variedades.

En la actualidad los principales países productores de ciruelas son Argentina, Chile, Sudáfrica, Estados Unidos y España, donde destaca el cultivo en la Comunidad Aragonesa, en Sevilla y en la Cuenca Mediterránea.

En la Región de Murcia, a mediados del siglo XX, se cultivaba en huertas tradicionales de la vega del río Segura, ya que necesitaba de suelos profundos y con cierta humedad. Gracias a la introducción del regadío en el último cuarto de siglo se extendió a otras zonas, incluyendo montes roturados alejados de los cursos de agua fluviales. Destacan cinco municipios con una densidad de ciruelos y producción elevadas:

  • Cieza con cerca de 1.400 Has.
  • Calasparra con 370 Has.
  • Cehegín con 340 Has.
  • Abarán con 290 Has.
  • Lorquí con 250 Has.

Características

La ciruela es el fruto del ciruelo, un árbol perteneciente a la familia de las Rosáceas y característico de regiones templadas.

El ciruelo es un frutal caducifolio que puede alcanzar los 6 metros de altura, por lo que se considera de porte medio. La corteza de su tronco desarrolla un color grisáceo-parduzco, de ramas rectas, presentando algunas de sus variedades espinas robustas y puntiagudas (como el Santa Rosa y ciruelo silvestre). Las hojas se caracterizan por su forma obovada o elíptica, con borde aserrado, dientes poco agudos y un color verde pálido en el haz. En su época de floración, entre febrero y abril, sus ramas se asemejan a un manto de color ya que se cubren de flores blancas agrupadas. La longevidad de este frutal puede alcanzar los 50-60 años en variedades como la Golden Japan o Japonesa.

La ciruela es una fruta de forma redondeada u oval con estructura acorazonada, atravesada por un surco que la recorre longitudinalmente dividiéndola prácticamente en dos. Su hueso es oblongo, con dos semillas en el interior que, transcurrido un mes, pierden su facultad germinativa. Generalmente posee 7 centímetros de diámetro y un peso de 65 gramos, mostrando un color de piel y pulpa uniforme e intenso. Cada variedad presenta un color y un sabor diferentes pudiendo darse:

  • Amarillas, con un sabor ácido y mucho jugo.
  • Rojas, jugosas y dulces.
  • Violaceas o negras, son muy adecuadas para cocinarlas en postres u otras recetas.
  • Verdes, son denominadas Claudias, destacando su dulzor.