Origen del pimentón
El pimiento se introdujo en España procedente de América, considerando algunos investigadores que llegó de Brasil a finales del siglo XV, y otros que lo trajeron los frailes jerónimos a Murcia a principios del XVI. Esto justificaría el nombre de "ñora" al pimiento rojo seco en esta zona, ya que alrededor de la noria se agrupaban las tierras que estos frailes cultivaban.
En 1761, Antonio de Electa, en su Cartilla Agrícola, define por primera vez la cáscara como pimientos secos. Esta definición se mantiene actualmente para nombrar los dispuestos para la molienda.
Durante todo el siglo XIX y hasta mediados del XX, el cultivo de pimientos para el pimentón se fue extendiendo por toda la Vega del Segura hasta ocupar el primer lugar en la actividad económica regional, incluso por delante de la seda y los cítricos. Así, un 80% de los huertanos trabajaban este tipo de cultivos en la época.
Pimentón murciano
Los primeros pimientos que cultivaron los frailes jerónimos en Murcia presentaban inicialmente un sabor picante, punta redonda y color verde, que después se tornó rojo amarillento. Con el tiempo, se convirtió en una hortaliza redonda, ligeramente achatada, de color rojo intenso y sabor dulce.
Las variedades de mayor calidad cultivadas en la huerta de Murcia eran: Tres Cascos, especialmente en la zona de Molina y Orihuela; Ramillete, en Murcia, Santomera, Alhama y Totana; Bola, la variedad más difundida por toda la Región; y Albar, en Cobatillas y El Esparragal (Murcia).
El primer molino de pimiento en la Región del que se tiene conocimiento data del siglo XVIII, por lo que se puede deducir que el pimiento molido ya se conocía en esta época. Aunque adquirió mayor importancia a comienzos del siglo XIX, cuando se establecieron en Espinardo (Murcia) los primeros exportadores.
En el siglo XIX se produce un aumento espectacular de la producción de pimientos, a pesar de las inundaciones y riadas que arruinaron algunas cosechas. En 1896 se constituye la primera asociación del Gremio de Pimentoneros, con el nombre de "Centro de Exportadores de Pimiento", con el principal objetivo de poner orden en las ventas del producto. Para ello, firmaron un acta en el que se regularizaban los precios y se fijaba una nomenclatura.
El pimiento molido comenzó a proporcionar una gran riqueza, y a comienzos del siglo XX casi todos los huertanos dedicaron sus tierras al cultivo de este producto. El Gremio de Pimentoneros pasa a denominarse Gremio de Exportadores de Pimiento Molido en 1902.
La industria pimentonera como tal tiene su origen en los molinos hidráulicos, principalmente dedicados a moler cereales. Conforme fue creciendo el consumo y la producción del pimiento molido, aumentó el número de exportadores, algunos de ellos con gran prestigio en todo el mundo. Debido a esto, comenzaron a instalar sus propias fábricas, y poco a poco abandonaron los viejos molinos.
Ya en 1950, un joven inventor, Jesús Alcantud, creó una innovadora máquina que modernizó las viejas instalaciones, aplicando sistemas de traslación neumática, limpieza y extracción de semillas mecánica,...etc.
Posteriormente, fabricó molinillos de serie con su propia patente, pensados para trabajar exclusivamente el pimentón. De éstos, pueden hallarse cerca de un millar en todo el mundo.