Pedro Sanz Romera (1914-1978)
Sanz Romera fue una de las personalidades más activas del mundo cultural murciano a mediados del siglo XX, siendo sastre y realizador de documentales y largometrajes. Nació en 1914 en Puerto Lumbreras, en el seno de una familia cuyo cabeza de familia era un reputado sastre. En el taller familiar de la calle del Rosario comenzó Pedro Sanz a aprender el oficio de la sastrería.
A los 14 años se trasladó a Murcia, entrando a trabajar en la sastrería de Ramón Martí. En Murcia quedó alojado en una pensión de la calle Alfaro que regentaba una hermana del pintor Pedro Flores, lo que contribuyó a que Sanz se relacionara con el mundo del arte, algo que tendría relación con la evolución de sus conceptos de moda masculina.
Se trasladó a Barcelona, en busca de ambientes más innovadores y vanguardistas y en 1936 regresa a Murcia para realizar el servicio militar, siendo destinado a Gandía, donde le sorprende el golpe de estado militar. Destinado al servicio del coronel Ramos durante la Guerra Civil realizaría trabajos de oficina pero tras participar en la batalla del Ebro sería hecho prisionero y enviado a prisión.
Al concluir la Contienda Civil regresa a Murcia, donde abre una sastrería. Pronto trabaría amistad con el pintor Mariano Ballester, con el que intercambiaría inquietudes artísticas.
Su sastrería se convierte en una de las referencias de moda de la sociedad murciana de los años cuarenta y cincuenta y pronto abre un nuevo local en la céntrica calle peatonal de Platería. Su vida familiar, tras su matrimonio con la lumbrerense María Ginesa Molina, se ve completada con el nacimiento de sus hijos Diego y Juan Bautista.
De su amistad con los pintores Flores y Ballester surgen también otras con profesionales dedicados a las artes plásticas y escénicas, se aficiona a la fotografía y al cine y funda la Asociación de Amigos de la Fotografía y el Cine Amateur de Murcia.
Con cámaras de 8 milímetros rueda sus primeros cortos, con el patrocinio profesional de Medina Bardón y Julián Oñate, Pesadilla, en 1954, Limpia, de 1955 y Caridad de 1956. Junto a Medina Bardón rueda en 1956 Nunca y Siempre, ganando el Premio Extraordinario del Certamen Nacional de Murcia.
De la ficción pasa a los documentales, género que le otorgaría algunos premios nacionales, con trabajos como Mojácar, Mármol, Apiun Vita, La Perdiz y Cosas de Toros. Televisión Española emitiría su largometraje La Jarapa.
Sus obras se continuarían con Cobre, de 1959, El Carro, Retrato de 1964, Jubilados, de 1968 y de 1976, Puesto. En 1970 abre una de las galerías de arte murcianas más destacadas, la galería Zero, una buena excusa para regresar a la pintura, su segunda vocación tras la costura.
Pedro Sanz nunca perdió la relación con la tierra que le vio nacer, Puerto Lumbreras, detalle que se hizo patente en algunos de sus trabajos y en su vida personal, por lo que el municipio lo honraría nombrándolo hijo predilecto.