Mar Menor

La evolución económica que ha experimentado la comarca del Mar Menor y su situación actual, vienen condicionadas de manera determinante por las condiciones climáticas y orográficas existentes en la zona.

La benignidad climática, los valores anuales de insolación, los vientos y la salinidad de la laguna marmenorense, han propiciado un espectacular desarrollo turístico, especialmente a partir de la década de los 60, que alcanza sus mayores cifras en La Manga (recibiendo cada año más de 200.000 visitantes), seguida del litoral comprendido entre Los Alcázares y Lo Pagán.

Junto al turismo mayoritario de sol y playa, en el Mar Menor también ha proliferado un turismo de salud atraído por los lodos terapéuticos existentes en el norte de la Laguna y por la amplia oferta residencial y hotelera especializada en talasoterapia.   

De época romana data la industria de salazones, especialmente vinculada a las Salinas de San Pedro del Pinatar. Esta actividad deriva de la pesca, sector que también fue explotado desde época islámica a través de las "encañizadas" situadas en las golas. A finales de la década de los 60, el langostino se convierte en el crustáceo de mayor peso comercial de la comarca del Mar Menor, aunque actualmente predominan el mújol, el chirrete y la anguila, exportándose esta última a Holanda, Dinamarca e Italia.

Por último, el sector agrícola se encuentra sujeto a la reducida extensión de la comarca, en el que 6,82 Km2 corresponden a salinas; sin embargo, ha experimentado un desarrollo espectacular en los últimos años producido por la extensión de las zonas de regadío gracias al el trasvase Tajo-Segura. Actualmente, en el Mar Menor proliferan las hortalizas y los cítricos.