En el verano de 1975 el nuevo campo de fútbol ya era una realidad. Sánchez Rex lo bautizó con el nombre de su padre, Joaquín Sánchez Cánovas, un hombre muy conocido en Molina de Segura, pues años atrás había sido alcalde de la localidad. En un principio estaba previsto que el Real Murcia jugara un partido amistoso ante el Molinense para inaugurar la instalación, pero no se pudo concretar la disputa de este encuentro por un problema de fechas del equipo pimentonero. La Junta Directiva del Molinense no buscó ningún equipo importante para sustituir al Real Murcia y decidió que la inauguración del campo de fútbol coincidiera con el estreno del equipo en Regional Preferente.
El partido de inauguración se celebró el 7 de septiembre de 1975, enfrentó al Molinense y al Almansa y finalizó con empate a uno. La alineación histórica del Molinense fue la formada por Paquito; Ordoñez, Faura, Peter: Garriga, Beltrán; Pascual, Millán (Selma), Mendiolea, Canós y Gongui (Pablo). El Almansa jugó con Serradell; Fede, Rojas, Pedro; Doménech, Badiola; Félix, Martínez (Quino), Coli, Mariano (Muñoz) y García. El encuentro fue arbitrado por el colegiado alicantino Martínez López. El flamante campo de fútbol registró una excelente entrada.
Los primeros goles
El primer tiempo finalizó con empate a cero, pese a que el Molinense dispuso de varias ocasiones para marcar, entre ellas un disparo de Beltrán que se estrelló en el larguero. El primer gol de la historia del estadio Sánchez Cánovas llegó en el minuto 10 de la segunda parte y fue conseguido por Fede, jugador del Almansa, al transformar un penalti decretado por el colegiado tras una mano de Garriga. El tanto del empate lo logró el delantero local Mendiolea, ex jugador del Real Murcia, quien cabeceó a la red un centro de su compañero, Beltrán.
Después de relanzar el fútbol en Molina de Segura, Joaquín Sánchez Rex abandonó la presidencia del club para centrarse en su labor como directivo del Real Murcia, pero dejó para los ciudadanos unas instalaciones deportivas que han perdurado en el tiempo, pues 32 años después de su inauguración, el estadio Sánchez Cánovas continúa albergando los partidos del Club Deportivo Molinense, e incluso durante unos meses se convirtió en el terreno de juego en el que el Ciudad de Murcia disputó sus partidos como equipo local en Segunda División B.