El primer problema que se tuvo que solventar para poder practicar este nuevo deporte fue el de encontrar un terreno de juego adecuado a sus necesidades, lo que no era nada fácil puesto que la ciudad de Murcia estaba rodeada de huertas. En un principio, los alumnos de Medel acudían los domingos a las diez de la mañana a realizar sus entrenamientos a la plaza de toros que, durante unas horas, se transformaba en un improvisado campo de fútbol.
Sin embargo, esta actividad no gustó nada al conserje de la plaza porque después de cada entrenamiento los jugadores dejaban el coso maltrecho. Así pues, existió la urgencia de encontrar un terreno adecuado.
En enero de 1903, Francisco Medel realizó las gestiones pertinentes para acondicionar unos terrenos situados en Espinardo que albergarían el que sería el primer campo de fútbol de Murcia. La elección de este lugar se debió a que uno de los ejercicios deportivos que practicaban los alumnos de Francisco Medel era el tiro, para lo cual tenían que desplazarse hasta el Campo de Tiro Nacional que se encontraba en Espinardo. Medel se fijó en un terreno cercano, también propiedad de la Sociedad de Tiro, y tras obtener el permiso pertinente acondicionó aquel lugar para la práctica del fútbol. De este modo, el 1 de febrero de 1903 se jugó por primera vez a este nuevo deporte en el campo de Espinardo. Este terreno de juego sería utilizado por las diversas sociedades deportivas de Murcia hasta la inauguración del campo de La Torre de la Marquesa en enero de 1918, aunque en algunas ocasiones esporádicas se disputaron encuentros en la plaza de toros.
El campo de Espinardo
Los primeros partidos se jugaron sobre un terreno que estaba en un estado deplorable. En realidad, este campo de fútbol nunca estuvo en unas condiciones dignas como para albergar un partido de fútbol, ya que estaba inclinado hacia una de las bandas y lo atravesaba un camino vecinal que se dirigía a Molina de Segura. De modo, que cuando un carruaje tenía que pasar por aquel lugar, el partido debía de interrumpirse.
El entusiasmo por el fútbol fue tal que Francisco Medel se puso en contacto con un colega de Lorca (muy probablemente, Manuel José Pelegrín Dunn, principal impulsor del fútbol en aquella ciudad) para convenir un partido de fútbol que sería el primero que se disputara en la ciudad entre un equipo de Murcia y otro de una localidad diferente. Medel pensó que el marco más adecuado para dar a conocer este deporte serían las Fiestas de Abril y con el fin de que aquel partido se convirtiera en un festejo más del programa escribió una carta al Diario de Murcia en la que se dirige al conocido periodista, José Martínez Tornel en los siguientes términos:
"Muy señor mío y amigo. Como decano de la prensa local, dirijo a Vd. estas líneas para poner en conocimiento de la población que si se realizan las Fiestas de Abril, desde este año el programa de festejos contaría con un número más: número nuevo y desconocido. Y puede afirmarse que ha tomado en Murcia carta de naturaleza. Me refiero al juego del Foot-Ball, en el que estoy adiestrando a mis discípulos; juego lleno de peripecias y de incidentes que provocan la hilaridad aún en las personas más frías e indiferentes. Más para que este juego se haga con todo lucimiento y pueda aceptarse el reto lanzado por los de Lorca se precisa que los señores del Tiro Nacional nos concediesen la gracia de ir los domingos por la mañana a ensayarnos, pues hay que tener en cuenta que los estudiantes pueden ir mejor ese día que en cualquier otro de la semana. Si estos señores quieren habrá para dichas fiestas un número más, consistente en un match entre el Foot-Ball Club de Lorca y el Foot-Ball Club de Murcia y cuyas condiciones están aceptadas".
El comunicado de Medel causó indignación a algunos detractores del fútbol en Lorca, pues dos días más tarde apareció en El Diario de Avisos de esta ciudad un artículo en el que una persona que no se identificaba criticaba a Medel por "adiestrar a sus discípulos para que sirvan de monos y hagan reir a la gente". Este comentario provocó la indignación de Medel (quien argumentó que él enseñaba deportes a sus alumnos para "transformarlos y regenerarlos, dotándolos de una organización más fuerte, con amplios pulmones y con corazón más resistente"). Pese al cruce de declaraciones los representantes de ambos equipos fijaron en semanas posteriores, el 14 de abril, Martes de Pascua, como fecha para la disputa del partido. Sin embargo, es muy probable que el encuentro fuera suspendido en los días previos.
Fue en este año cuando se comercializaron por primera vez en Murcia los balones de cuero. Los esféricos se podían adquirir en el comercio de Rafael Amantes, quien algunos años después se convertiría en uno de los mayores impulsores del fútbol en la ciudad.