Luis Ruipérez Bolt (1832-1867)
Nació en Murcia, en la calle San Pedro, el 1 de junio de 1832.
Cursó estudios de bachillerato en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, donde se graduó a los diecisiete años. Comienza entonces a plantearse qué camino seguir, si el de la literatura, donde ya lo había iniciado uno de sus tíos, o el de la pintura.
Primeros cuadros
Finalmente Ruipérez Bolt optó por la pintura y se trasladó a Barcelona donde permaneció durante tres años, tras los cuales regresó a Murcia. Más tarde, partió de nuevo, esta vez para completar un curso en la Escuela de San Fernando de Madrid.
Tras su estancia en Madrid volvería a Murcia, donde pasaría dos años trabajando en distintos proyectos, litografías para la publicación La Vega y cuadros para el Salón de Actos de la Real Sociedad Económica, para los que pintaría retratos del Conde de Floridablanca y Saavedra Fajardo.
Ruipérez Bolt consiguió una beca de estudios financiada por la diputación de Murcia, una pensión que había sido concedida también al pintor Luis Pascual, que estudiaba en el taller de Ingres, y que estaba próxima a vencer, por lo que Ruipérez se trasladó a París en torno al año 1856.
Estancia en París
En París, ya pensionado, pasó a trabajar en el estudio de Jean Louis Ernest Messionnier, uno de los pintores realistas más celebrados del momento cuyas obras más populares y conocidas son las recreaciones de las batallas napoleónicas o los sucesos revolucionarios en la capital francesa.
Llegó a exponer en el Salón de París dos obras que gustaron a la crítica: 'Novicio franciscano' y 'Un filósofo', de hecho el gobierno francés adquirió una de ellas y concedió al pintor la Legión de Honor.
Luis Ruipérez viajó por Francia y Bélgica y en 1861 volvió a Murcia donde pintó retratos y cuadros de temática costumbrista como 'La Carreta', obra que se encuentra en una colección privada inglesa.
La pintura costumbrista
Participaría en las Exposiciones Nacionales de Madrid, donde también decoraría un palacio en la calle del Barquillo. El pintor continuaba trabajando en cuadros de escenas costumbristas donde la tónica general era la recreación de tiempos pasados, un estilo ecléctico muy acorde con las corrientes estéticas del momento.
En 1866 volvería a Murcia para preparar su boda y seguir pintando cuadros costumbristas para un cliente fijo inglés. Pero a sus 35 años le sobrevendría la muerte, con apenas 8 años dedicados a la pintura y casi cuatro decenas de cuadros pintados.
Como anécdota decir que dejó dos cuadros inacabados en París y uno en Murcia. Fue condecorado con la promoción a la Orden Imperial de la Legión de Honor por el Gobierno Francés y nombrado por la reina Isabel II en 1867 caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.
La mayor parte de la producción de Ruipérez se halla fuera de España. En el Museo de Bellas Artes de Murcia se conservan tres óleos. Y la Comunidad Autónoma de Región de Murcia tiene en propiedad dos copias al óleo de su época de pensionado en París.