Free cookie consent management tool by TermsFeed Marquesa-La búsqueda del terreno - Región de Murcia Digital
DEPORTES

El campo de fútbol de la Torre de la Marquesa

La búsqueda del terreno

Detalle del edificio de La Torre de la Marquesa
Detalle del edificio de La Torre de la Marquesa

     La responsabilidad de encontrar un terreno de juego recayó en Alfonso Guillamón, Presidente del Club y en Ricardo Servet, un joven directivo de apenas 18 años. Ambos llegaron a la conclusión de que el campo debía de estar cerca de la ciudad, ya que la lejanía de Espinardo era un gran inconveniente para la asistencia de los aficionados. Esta opinión se fundamentaba en que un campo de fútbol cercano al casco urbano serviría para aumentar el número de espectadores, un objetivo prioritario, pues entre los directivos murcianos existía una envidia sana por la gran cantidad de aficionados que acudían a ver los partidos del Sporting Cartago.

     Después de dar numerosas vueltas por los alrededores de la ciudad para encontrar una ubicación adecuada, lo que no era nada fácil ya que todo el núcleo urbano estaba rodeado por la huerta, Guillamón y Servet se fijaron en un pequeño huerto que estaba frente al asilo de ancianos. El terreno, que llamó la atención de los directivos por su forma rectangular, estaba ocupado por árboles frutales (sobre todo membrilleros y granados) y tahullas con maíz, pimientos, tomates y lechugas. Después de indagar sobre la propiedad de las tierras supieron que éstas pertenecían a Diego Chico de Guzmán, Conde de la Real Piedad, quien a su vez las tenía arrendadas a dos personas, un tal Colás que era propietario de un establecimiento que servía de tienda y merendero, y una mujer anciana llamada María.

Cesión del terreno

     Guillamón y Servet se entrevistaron con el Conde de la Real Piedad a fin de si era posible que pudiera ceder aquel terreno para construir un campo de fútbol. El propietario accedió, pero con dos condiciones. Por un lado debían de llegar a un acuerdo económico con los arrendatarios y por otro lado, el Conde podría recuperar su propiedad en el momento en que lo creyera oportuno. El único problema fue que a la hora de firmar la cesión, Ricardo Servet no era aún mayor de edad según estipulaban las leyes de la época, por lo que tuvo que pedir el aval a su padre, José Servet Magenis, una persona amante del ciclismo que no dudó en dar el visto bueno a la operación. Los Servet fueron grandes protagonistas en los albores del deporte en Murcia. Entre todos ellos destacó Sebastián, hermano de Ricardo, quien se convirtió en uno de los mejores jugadores del Murcia de principios de la década de 1920.

     Una vez que el Conde de la Real Piedad dio su visto bueno a la cesión del terreno, los directivos murcianistas acudieron a entrevistarse con los arrendatarios. Con Colás no hubo problemas para establecer el acuerdo, ya que tenía una deuda económica y los directivos del Murcia accedieron a pagársela y además a dejarle que explotara la cantina del campo en exclusiva. María puso más impedimentos ya que esta mujer no había oído hablar de fútbol en su vida y tenía muchas dudas acerca de las verdaderas intenciones de aquellas personas. Después de varias conversaciones que estuvieron apunto de agotar la paciencia de los directivos, Guillamón y Servet lograron llegar a un acuerdo económico con la mujer y, de este modo, consiguieron que aquel huerto cercano a la Torre de la Marquesa se transformara en el primer campo de fútbol "serio" de la ciudad de Murcia.

Alineación del Murcia en La Torre de la Marquesa. Temporada 22/23
Alineación del Murcia en La Torre de la Marquesa. Temporada 22/23