El 10 de septiempre de 1591 Blanca dejó de ser aldea para constituirse en villa, gracias a la Cédula Real otorgada por su Majestad, a la sazón, Felipe II en San Lorenzo del Escorial, refrendada por Juan López de Bibanco, secretario del Rey y bajo la fe del escribano Alonso de Coca. Al pasar a la Orden de Santiago, la aldea cambió el apelativo de Negra a Blanca. Hasta entonces, aunque mantenian bajo su jurisdicción las aljamas de mudéjares, hasta su conversión en la fe católica en 1501, los respectivos comendadores o sus alcaides, que residían en Ricote, como cabeza del Valle de Ricote, no ejercían un poder real sobre ella.
Tras largos pleitos entre los vecinos y el Concejo de Blanca, ante la Real Chancillería de Granada y el Concejo de Órdenes (que equivaldría al actual Tribunal Supremo) por fin accedió el monarca a otorgarle el privilegio de villazgo o pueblo, con un coste elevado de 2.400 ducados, equivalentes a 900.000 maravedís a pagar a la Corona, en el plazo de cuatro años. Se constituyó en Ayuntamiento propio, con plena jurisdicción para los asuntos ordinarios, pleitos civiles y causas criminales, en primera instancia, en apelación al partido de Caravaca, sin la dependencia de Villanueva de los Infantes, y con la creación de Alcaldías Mayores por Real Cédula de 8-2-1566.
Juan Romero Díaz