Biografía

   Se trata, sin duda, del más insigne arqueólogo nacido en tierras murcianas (1907-2002). Estudió en Madrid Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, lo que le permitió entrar pronto en contacto con el campo. Este hecho, unido a su innata curiosidad y sed incansable de conocimientos, le llevaría a descubrir importantes yacimientos arqueológicos, como El Cigarralejo y desarrollar con gran intensidad su otra profesión, la arqueología, a la que se dedicará gran parte del tiempo, hasta su muerte, en Madrid, el 12 de enero de 2002.

   Entre 1932 y 1947 trabajó en la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, desempeñando en estos años distintos puestos de dirección, ya en su tierra natal, como responsable de la traída de agua a la ciudad de Cartagena. Posteriormente haría lo propio en Álava para la expansión industrial del Gran Bilbao. En 1951 ingresa en el Canal de Isabel II, donde permaneció hasta su jubilación en 1979, a los 72 años de edad. Aquí crearía el Gabinete de Proceso de Datos del Canal, donde a instancia suya se empleó por primera vez un equipo informático.

   La arqueología

   Cuenta en su haber con más de un centenar de publicaciones científicas referentes a diversos periodos culturales de la arqueología peninsular, aunque básicamente se centró en la cultura ibérica, en base a los materiales encontrados en sus excavaciones del santuario y de la necrópolis del El Cigarralejo, conjunto al que dedicaría un buen número de estudios, pero que podíamos resumir en tres obras básicas: la publicación del Santuario en 1950 en Informes y Memoria 21; en 1987, La Necrópolis editada en la Colección  Biblioteca Praehistorica Hispanica XXIII, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y completada años después con la edición de la monografía titulada La Panoplia ibérica del Cigarralejo. Todas ellas son  de referencia obligada para cualquier investigación actual, en relación a la sociedad ibérica.

   Creador de los Congresos Arqueológicos del Sureste Peninsular, germen de los posteriores Congresos Nacionales de Arqueología; Comisario Local de Excavaciones Arqueológicas en Cartagena y en Álava, al trasladarse a estas ciudades por su trabajo como ingeniero; presidente y fundador en 1968 de la Asociación Española de Amigos de la Arqueología y de su Boletín, que hoy sigue editándose; miembro de la Asociaçiao de Arqueólogos Portugueses, del Comité Ejecutivo de los Congresos Nacionales de Arqueología, del Deutches Archaelogisches Institut y del Instituto di Studi Liguri, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia en 1985. Director Honorario del Museo de Arte Ibérico de El Cigarralejo desde su gestación en 1989. Fue nombrado Hijo Adoptivo de Mula el 4 de Noviembre de 1981 e Hijo Predilecto de la Región a título póstumo en 2002.

   Incidir finalmente en la gran aportación de Emeterio Cuadrado Díaz a la labor de recuperar y reconstruir nuestro pasado cultural desde la arqueología, a la que aplicó sus conocimientos y gran formación técnica en ingeniería como la topografía del terreno, el establecer una rigurosa secuencia estratigráfica en la que diferenció hasta ocho niveles de enterramientos superpuestos, lo que posibilitó a su vez establecer una cronología en los ajuares funerarios. Gracias a sus trabajos la investigación arqueológica experimentó un avance espectacular, por el que todos debemos estar agradecidos.