Prehistoria

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Descripción de figuras y estilos

   En las paredes del abrigo I del conjunto arqueológico del Milano se han conservado un total de 40 figuras; el estado de conservación de estas figuras, todas ellas realizadas en pintura roja, es deficiente. Las representaciones del Milano destacan por su gran elaboración, caracterizándose algunas de ellas por su cuidada factura y calidad artística. Hay un total de 40 figuras, tanto masculinas como femeninas, cuadrúpedos y otras formas de interpretación compleja, pertenecientes al estilo esquemático.

   Las representaciones pertenecen a dos estilos diferentes (levantino y esquemático) y por tanto a dos momentos cronológicos, lo que documenta que durante milenios pervivió el carácter sacro de este tipo de abrigos. Entre las figuras humanas destacan un grupo de cuatro figuras, situadas en parejas, con orientación convergente; uno de estos individuos, con un tocado triangular, alarga uno de sus brazos sobre otra figura humana.En la otra pareja, hay un arquero, con una flecha en la mano, junto a una figura femenina vestida y con un tocado ovoide en la cabeza.

Una posible escena de caza

   Esta escena, compuesta por cuatro figuras humanas y cuadrúpedos ha sido interpretada como una posible escena de caza, uno de los temas más utilizados y mejor estudiados en el arte prehistórico. Sin embargo, en el abrigo del Milano, al contrario de otras estaciones de arte rupestre donde la representación de escenas de caza está fuera de toda duda (conjunto de Peña Rubia de Cehegín, Cueva-Sima de la Serreta de Cieza o Abrigo del Mojao en Lorca) la adscripción de estas figuras a esta escena es improbable.

   A pesar de que una de ellas va armada con arco y flechas, el cazador no se dirige hacia ningún animal y además sostiene las armas en la misma mano, en actitud alejada de intentar cargar y disparar ese arco. No parece probable, por tanto, que en el Milano se haya intentado representar una escena de caza, tratándose probablemente de una composición alegórica de esa actividad, como parece deducirse también de las representaciones pictóricas en Cañaica del Calar (Moratalla).