Un cañón habitado desde el Paleolítico
El Cañón de los Almadenes ha sido morada y fuente de recursos para el ser humano desde época paleolítica, según muestran los vestigios hallados en sus parajes y abrigos rocosos. Se trata de una de las zonas de la Región de Murcia con mayor concentración de oquedades, cuevas, simas o abrigos en sus escarpadas paredes, detalles que, junto a sus excelentes condiciones naturales, han hecho que los asentamientos permanentes o esporádicos se dieran en las dos márgenes del río Segura a su paso por el cañón.
En las cercanas Cuevas de Jorge, Las Cabras y el Conjunto del Arco se han encontrado pinturas rupestres que atestiguan el paso de estos hombres y mujeres paleolíticos por estas ricas tierras. Pero en las mismas paredes verticales del cañón se encuentran ubicadas numerosas simas y abrigos en las que los arqueólogos han localizado restos del periodo Neolítico, y en los que paulatinamente los modelos sociales cambiaron y los habitantes de estas oquedades pasaron a pertenecer a una economía ganadero-agrícola. En La Serreta y el conjunto de Las Enredaderas se han podido atestiguar pinturas rupestres de estilo esquemático relacionadas con esta nueva sociedad, pero también restos de cerámica y una abundante producción de sílex, herencia de tiempos anteriores.
Siguiendo con el paso del tiempo, la Cueva-Sima de La Serreta acogió también la construcción de dos casas romanas durante el siglo III d.C. Esta población ocasional se debió a la posible huida del peligro que representó la Guerra Civil dentro del Imperio Romano, por lo que una o varias familias se refugiaron en esta apartada zona. También en época romana es posible que comenzara la construcción de acequias para aprovechar el agua del río Segura en zonas más alejadas. La Serreta se encuentra cerca de la cabecera de las antiguas acequias de El Horno y Los Charcos, salpicadas por yacimientos arqueológicos que se corresponden con el período romano, por lo que se piensa que al menos una de ellas tiene su origen en época imperial.
Tras la caída del Imperio las invasiones bárbaras y la llegada de los musulmanes, la zona de Almadenes continuó siendo un lugar de suma importancia debido al río Segura, a las acequias que partían de él y al refugio que ofrecía para numerosos ganaderos que guardaban su ganado en cuevas como La Serreta.
El aprovechamiento de las salinas de interior
Otra fuente de recursos utilizada por los habitantes de la zona hasta hace pocos años fueron las salinas de interior, ubicadas en un paraje cercano al Alto del Almorchón, concretamente en su ladera meridional, junto a la fuente de La Murta. Es posible que el origen de estas salinas fuera musulmán y utilizasen un pozo cercano para extraer agua mediante una noria. Al estar situadas en el cauce de una rambla, ésta fue desviada mediante un dique hacia otra contigua a través de un canal de derivación excavado artificialmente. Existen documentos que hablan de la utilización de las salinas de la zona durante los siglos XV y XVI (en este último siglo pasaron a propiedad del patrimonio real), pero la competencia con las grandes explotaciones salineras del litoral llevaron a su abandono durante el siglo XX.
Las canteras: de origen inmemorial
Desde la época paleolítica el ser humano ha explotado las canteras de roca en el Cañón de los Almadenes y su entorno. El sílex para realizar herramientas de trabajo o útiles cotidianos y la caliza para la obtención de brazaletes y otros adornos corporales ha hecho que la piedra de la zona sea un bien codiciado por sus habitantes. También de caliza existe una cantera abandonada en el paraje de Los Losares denominada Los Peñascos. La explotación de esta zona duró hasta el año 1991, fecha en la que fue clausurada por la Agencia Regional para el Medio Ambiente y la Naturaleza. Además, existen canteras de ofitas en el Monte Cabezos Negros, material que ha sido utilizado como árido para la construcción de carreteras. En la actualidad, al igual que ha ocurrido con las salinas del Almorchón, su falta de rentabilidad ha conllevado el cierre de estas explotaciones.