Almohades (1172-1228)
En árabe el vocablo es: Al-muwahhidun. También ellos eran una especie de orden de guerreros-religiosos. Su fundador fue Ibn Tumart formado intelectualmente en Córdoba pero obligado por presiones de otros intelectuales y religiosos almorávides a exiliarse marchó hacia Oriente. Al final acabó convirtiéndose en otro predicador contra las costumbres decadentes y la corrupción religiosa, ardiente defensor del regreso más estricto a las fuentes primigenias del pensamiento coránico.
Los almohades desembarcaron en la Península en 1146 como un torrente que todo lo anega lo que en este caso se tradujo en tomar rapidamente todos los territorios excepto Valencia y Murcia y no porque lo desdeñaran sino porque Ibn Mardanis los mantuvo a raya impidiéndoselo durante veinticinco años.
Estos intransigentes bereberes centralizaron su poder en Sevilla y se mostraron prepotentes y déspotas desde el primer día de pisar la Península, si bien rebajaron sus humos cuando fueron derrotados en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212).
Al margen de lo relatado y refiriéndonos a su relación con Murcia, conviene saber que cuando los almohades por fin tomaron la ciudad Ibn Arabí tenía nueve años y que bajo el mandato de este gobierno puritano nació el famoso poeta al-Qartayanni (1209). El medio siglo que duró la Murcia almohade supuso una continuación de la labor de Ibn Mardanis prolongándose la etapa de esplendor cultural, político y económico. En aquél período gobernaron Murcia, entre otros, personajes como al Rahman Yaqub, Said b. Abd al Mumi (1183), Abu Abd Allah y Umar al Rasid (1188), que destacó por su rebeldía y mala gestión.
En 1224 dio comienzo una etapa oscura, fue la descomposición del poder almohade, a base de sublevaciones y conjuras como la que protagonizó el noble al-Adil marchando sobre la capital del 'Imperio'. Dos años más tarde, leoneses y castellanos realizaron incursiones por Murcia y en 1227 los desastres se cebaron en nuestras tierras. El golpe final resultó ser la sublevación de Ibn Hud al Yudami producida el 15 de junio de 1228 que se levantó en el Valle de Ricote e inició una nueva etapa en la historia de la España musulmana: En el castillo de la población se produce el levantamiento del caudillo Ibn Hud (Abu Abd Allah Ibn Yusuf Ibn Hud al Yudami). Con la ayuda de unos bravos soldados de la comarca y situados en el castillo de Al Su jayrat (los peñascales) inician una rebelión contra la dominación almohade que triunfará. Tomando como enseña el estandarte negro de los abasíes, cuya soberanía acató, conquistará Mursiyya [Murcia], Lakant [Alicante], al Basit [Albacete] y Uryula [Orihuela], llegando incluso a acuñar moneda propia.