MULTIMEDIA




   Definición de cultura ibérica

   La definición de cultura ibérica resulta compleja, aunque a grandes rasgos se entiende por ibéricos los pueblos que desde el siglo VI a.C. hasta finales del I a.C. habitaron la franja mediterránea comprendida entre la Alta Andalucía y el río Herault, en Francia. El término íbero alude, por tanto, a los pueblos indígenas que habitaron en ese territorio durante la II Edad del Hierro, esto es, entre los siglos VI-I a.C.  El concepto íbero parece aludir al río Iber o Iberus, identificado con el río Ebro.

   Organización política y recursos económicos

   Estos pueblos nunca tuvieron una administración política común, sino que se organizaban en torno a grandes poblados, gobernados por caudillos o régulos, de los cuales dependían una serie de poblados, de menor entidad, de su entorno. Mantuvieron abundantes contactos con los pueblos colonizadores; fenicios, griegos, cartagineses y finalmente con los romanos, relaciones que permitieron una mayor complejidad social, económica y cultural. De ellos recibieron nuevas técnicas, como el torno, intensificaron las explotaciones de productos agrícolas como el trigo, la vid o el olivo.

   Alcanzaron gran maestría en el trabajo del hierro, trabajaron diferentes fibras textiles, como el esparto o el lino, e incluso desarrollaron un sistema de escritura y de pesos y medidas. La agricultura y la ganadería constituyó la base de su existencia, junto con la práctica de otras actividades como la caza y la pesca. En la minería emplearon sobre todo el hierro, traído por los fenicios, usándolo sobre todo en armas y herramientas agrícolas.

   Cultura material

   En cuanto a su cultura material, además de las armas, herramientas y objetos de adorno en diferentes materiales (hueso, madera, pasta vítrea) destaca la cerámica, actividad clave de esta cultura. Usan por primera vez el torno, traído por los fenicios, lo que les permitía mayor rapidez en la producción y mayor perfección en los acabados. Los tipos son muy diversos, aunque presentan unas características comunes; decoración en rojo o marrón, generalmente de carácter geométrico, aunque en una fase tardía introducen motivos vegetales, animales y antropomorfos. Sus formas se pueden agrupar en varios apartados; almacenamiento, vajilla doméstica, cerámica de cocina y de tipo suntuario.

   Junto a la cerámica ibérica aparecen en muchas ocasiones producciones importadas, procedentes del mundo griego y oriental. Fue tal el impacto de estas producciones que hasta en el poblado más pequeño y alejado de las vías de comunicación se encuentra algún ejemplo de este tipo de cerámica, producciones que no sólo compraron sino que también imitaron, adaptándolas a sus técnicas de producción y gustos decorativos.