Por suerte para el estudioso interesado en el tema de la Inquisición, se cuentan por miles los juicios relativos al Tribunal de Murcia en el Archivo Histórico Nacional. Legajos y legajos que solo aguardan ser transcritos para brindar una interesante y  variopinta documentación que viene a desmentir la desaparición casi total de datos denunciada en algunas publicaciones. El Santo Oficio de Murcia funcionó casi 350 años, concretamente entre el 29 de mayo de 1488 y el 15 de julio de 1834 y dentro de su ámbito jurisdiccional estuvieron incluidas temporalmente Orihuela, Cuenca y Orán.

Moriscos

En el Valle de Ricote vivían poco antes de su expulsión, en torno a 2.500. Distribuidos del siguiente modo:Abarán: 574. Blanca:  672. Ojós: 269.Ricote: 374.Ulea: 224. y  Villanueva: 371.

Los días 17 y 18 de diciembre de 1613 llegaron a Cartagena los moriscos ricoteños que marcharon a Mallorca (200 mujeres casadas) y los que se dirigieron a Orán lo hicieron el 25 de enero de 1614. Se sabe que al menos la mitad volvieron a sus lugares de origen. Pero algunos de los que decidieron quedarse en el exilio tuvieron la mala suerte de ser detenidos por el tribunal de la Inquisición murciano, cuando Orán quedó bajo su ámbito, “acusados de practicar ceremonias y cosas de la secta de Mahoma”. Sus procesos les devuelven a Murcia pero como reos encerrados en cárceles secretas. Una broma histórica de mal gusto para aquellos murcianos que la hubieron de padecer en sus carnes  por la sola razón de profesar una religión diferente a la oficial. Resulta además un buen ejemplo desmitificador de la supuesta buena convivencia e interculturalidad de la época.

La Inquisición actuó en el Valle a lo largo de los poco más de dos siglos estudiados y lo hizo sobre temas tan diferentes como islamitas, judaizantes, blasfemos, proposiciones, fornicarios, religiosos casados, solicitantes en confesión, vendedores de huesos de santos, etc.