Fíbulas de bronce
Fíbulas de bronce
Fíbula ibérica
Fíbula ibérica


   Anillos

   El repertorio de piezas metálicas destinadas al adorno, o que unen a su aspecto funcional un sentido ornamental es amplísimo. Su propio carácter las hace estar sujetas frecuentemente a modas variables. Esto les otorga desde una perspectiva científica un alto valor como elementos de datación cronológica. Muy abundantes son los anillos, con tipos que varían desde las formas más sencillas hasta ejemplares con chatón decorado para utilizarse como sello. Las pulseras y brazaletes son menos frecuentes, pero también inherentes a la cultura material ibérica, así como los pendientes.

   Fíbulas y hebillas

   Complementos del vestido son las fíbulas y hebillas. Las primeras serían el antecedente de nuestros actuales imperdibles. Los tipos habituales de época ibérica plena son las anulares hispánicas y las derivadas de las formas clásicas de la Tène. La fíbula anular hispánica, peculiar de la Península Ibérica, se caracteriza por incorporar un anillo que facilita la estabilidad de la pieza en su posición idónea, una vez abrochada. Los modelos de la Tène se distinguen por prolongar su 'pie' en un apéndice decorado vuelto hacia el puente. En las formas de la Tène I el apéndice caudal quedará independiente, en tanto que en los tipos de la Tène II, desde aproximadamente los primeros años del siglo II anterior a Jesucristo, se abrazará al arco mediante una pequeña arandela.

   Dentro de las hebillas podemos distinguir los grandes broches de cinturón y las piezas de reducido tamaño, destinadas a abrochar pequeños correajes. Los primeros son relativamente escasos en los yacimientos ibéricos y estarían en posesión de personas importantes dentro de la sociedad ibérica. Estas grandes placas de cinturón suelen llevar decoraciones damasquinadas en plata formando bellos motivos geométricos o zoomorfos. En la Región de Murcia se han localizado excelentes piezas en las necrópolis de Cabecico del Tesoro (Verdolay, Murcia), Cigarralejo (Mula) o Castillejo de los Baños (Fortuna), siempre con una cronología antigua entre finales del siglo V y primera mitad de la centuria siguiente. Por el contrario las hebillas de pequeño tamaño, unos 25-35 milímetros de longitud, son más abundantes con distintas formas circulares, rectangulares y ovaladas. Su desarrollo cronológico alcanza los siglos II y I anteriores a Cristo.

   Otros objetos

   Finalmente mencionar otros objetos de bronce como campanillas que pudieron usarse como colgantes; punzones de distintos tamaños; pinzas de depilar con una tipología muy variada tanto en tamaño como en decoraciones incisas o caladas. Se pueden vincular tanto a los hombres como a las mujeres. Su funcionalidad está muy debatida y, además de estética, puede pensarse también en un uso sanitario para arrancar todo tipo de pinchas evitando posibles infecciones.