Plato de cerámica ibérica
Plato de cerámica ibérica

   La alfarería adquiere gran importancia en la cultura ibérica, extendiéndose de forma masiva el uso del torno, de modo que hasta en el más pequeño hábitat la cerámica de cocina, mesa y almacenamiento está fabricada en el torno de alfarero y cocida en hornos. Los recipientes metálicos quedan reducidos a rituales concretos y la elaborada a mano, ausente o residual.

   Las alfarerías

   Posiblemente las alfarerías estaban situadas en los poblados de mayor importancia, que se ocuparon a su vez de abastecer a los de las inmediaciones, aunque existió un pequeño comercio por el área costera peninsular y encontramos, aunque en pequeñas cantidades, cerámicas fabricadas, por ejemplo, en la zona de Cabezo del Tío Pío (Archena) en Cigarralejo (Mula) y Cabecico del Tesoro (Verdolay, la Alberca), por citar algún ejemplo.

   Tipología

   La variedad tipológica existente en la cultura ibérica es amplísima, así como los tipos de pasta, acabados de los recipientes y la decoración de la superficie. Contamos con una amplia gama de vasijas de las que desconocemos el nombre que le dieron los íberos y su funcionalidad exacta, dada la parquedad de las fuentes clásicas al respecto. No obstante, si atendemos a la tipología de los mismas, podemos distinguir los siguientes grupos:

-Vajillas de mesa, compuesta por jarras (oenochoes) y copas para la bebida y distintos tipos de fuentes, platos, cuencos y escudillas para la comida.

-Grandes vasijas de almacenamiento, como las ánforas, kálathos (también llamadas sombrero de copa por su forma) y las sítulas, ya sean para contener alimentos líquidos (miel, aceite) o sólidos (frutos, cereales, etc.) y bebidas (agua, vino o cerveza).

-Vajilla de cocina en la que se incluye, sobre todo, unas ollas profundas para cocinar los alimentos.

-Vasos de tipo suntuario, de entre los que destacan los soportes calados, las terracotas y vasos plásticos en forma de animal o antropomorfos y, finalmente, pequeños vasitos a los que se les ha denominado de tocador, para contener perfumes o aceites perfumados. No faltan imitaciones de recipientes importados, especialmente de cráteras áticas de campana y de copas áticas de figuras rojas o de barniz negro, aunque se desconoce si el indígena empleó estas imitaciones con el mismo uso que tuvieron los modelos originales en Grecia.

   Si atendemos a la pasta obtendremos dos grupos principales: cerámica ibérica fina, ya sea decorada o no, y cerámica tosca de cocina, con una pasta de color grisáceo muy gruesa y sin decoración pintada, ya que se ponía directamente al fuego para cocinar los alimentos.