El descubrimiento de la cultura ibérica
El descubrimiento en noviembre de 1870 de una serie de esculturas en piedra en el paraje conocido como el 'Cerro de los Santos' (Albacete), por parte de Vicente Juan Amat, marca el inicio del conocimiento de lo que posteriormente se denominará cultura ibérica.
La gran cantidad de piezas entronizadas o en actitud oferente captó pronto la atención de los científicos hispanos y extranjeros del momento, sobre todo a raíz de la presentación de una selección de dichas esculturas presididas por la 'Gran Dama Oferente' en las Exposiciones Universales de Viena (1873) y París (1878). Los especialistas no se pusieron de acuerdo al valorar estas obras de arte provenientes de una cultura indígena peninsular. Pero nuevos hallazgos en otros yacimientos del sureste y levante aportaron más piezas acompañadas por cerámicas a torno y decoradas con motivos geométricos de color rojizo.
La aparición de la 'Dama de Elche' en el verano de 1897 y su inmediato traslado al Museo del Louvre (París) propició un gran impulso al estudio del mundo ibérico. Así la publicación por parte de Pierre París del Essai sur l'art et l'industrie de l'Espagne Primitive entre 1903-1904 supone un hito en la Historia de la investigación, ya que por primera vez se estudiará un lote representativo de yacimientos, cerámicas, bronces y otros objetos de esta cultura.
El desarrollo de la investigación del mundo ibérico
Pero será el profesor Bosch Gimpera quien en 1915 termina de fijar el marco temporal de la cultura en su trabajo El problema de la cerámica ibérica, aunque su visión de la evolución cerámica será revisada en profundidad por Domingo Fletcher tras la Guerra Civil, demostrando que los temas geométricos de las decoraciones tienen prioridad cronológica sobre los florales, zoomorfos y humanos. Los trabajos de D. Manuel Gómez Moreno sobre numismática y epigrafía dan sus frutos, consiguiendo el desciframiento del alfabeto ibérico al percatarse de la existencia de signos silábicos.
Entre 1930 y 1960 se realizan investigaciones científicas en gran cantidad de estaciones ibéricas, que proporcionaron un sinfín de materiales y que permitieron avances significativos en todos los ámbitos, llevados a cabo por insignes arqueólogos hispanos como: Luis Pericot, Gratiniano Nieto, Juan Maluquer, Antonio Beltrán, Martín Almagro Basch, Miquel Tarradell, Antonio Arribas, Domingo Fletcher y Enrique Plá, entre otros muchos. Reseñar de manera especial la gran aportación de Emeterio Cuadrado Díaz, quien en base a sus excavaciones en el complejo del Cigarralejo pudo sistematizar los elementos que componen la cultura material ibérica. Finalmente mencionar las investigaciones de Martín Almagro Gorbea a partir del descubrimiento de la necrópolis de Pozo Moro (Albacete), en donde pone de manifiesto el carácter funerario de la estatuaria e identifica la tipología de los monumentos funerarios: turriformes o pilares-estela, con sus distintas variantes.