Los restos romanos de Fuente Caputa se encuentran repartidos en dos emplazamientos diferentes: el yacimiento romano, probablemente una villa, situado junto al paraje homónimo, una zona húmeda recorrida por un manantial que alimenta a Rambla Perea (curso de agua intermitente que desemboca en el río Mula), y la presa romana, gran muro de contención de aguas localizado en una gran llanura, al pie de la Loma de Herrero, a escasos dos kilómetros del anterior. El recorrido por Fuente Caputa es una de las mejores rutas de senderismo de la Región, pues conjuga la contemplación del entorno natural al tiempo que se disfruta del patrimonio arqueológico, tanto de época romana (Fuente Caputa) como prehistórico (Cejo Cortado, Cueva Antón).
Restos de una villa
Los restos arqueológicos de lo que debió ser un asentamiento rural de época romana se localiza en el paraje conocido como Abrevadero de la Fuente. En una pequeña loma de 20 metros de altura se localizaron en unas prospecciones de superficie abundante material cerámico fechado en época altoimperial (s. I-II d.C), casi todo recipientes contenedores (ánforas) y algunos fragmentos de vajilla de mesa y cerámica de cocina.
A mediados de la década de los ochenta se documentó lo que parecía el impluvium de una villa romana. El impluvium era un espacio situado en el centro de un patio, en torno al cual se organizan la mayor parte de las villas romanas; consitía generalmente en un pequeño estanque, al que iban a parar las aguas de lluvia recogidas en los tejados de la casa. Junto al impluvium se localizó otra estructura, interpretada como el hypocaustum (sala en la que se realizaba la combusión de la leña y que proporcionaba calor a las termas) de unos baños privados de la villa. Además, se tiene noticia de la aparición de una bañera durante la realización de unos trabajos agrícolas. Tanto las estructuras como la cerámica aparecida parece fechar el conjunto en época altoimperial, aunque su ocupación bien pudo prolongarse hasta el siglo III d.C.
La presa romana
La presa romana se encuentra a poco más de dos kilómetros de Fuente Caputa, al final del antiguo camino, seguramente de época romana, que une el Ardal con Caputa y que se prolongó por Yéchar hasta el río Segura, en Archena. Es un gran muro, formado por piedras cimentadas, de medianas dimensiones, y trabadas con cal y argamasa. Una esquina del muro está construida en ladrillo. De ella parten dos pequeñas acequias; una llega hasta la villa de Caputa y la otra hacia el este, habiéndose perdido hoy en día su trazado. La presa, de pequeñas dimensiones y construida en un pequeño desnivel del terreno, almacenaría agua seguramente para el riego de las tierras circundantes.