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   Buena parte de las habitaciones de la parte residencial de la villa de Villaricos debieron contar con pavimentos de mosaicos; en la actualidad éstos se encuentran parcialmente conservados, afectados por remociones de tierra y trabajos agrarios recientes, también porque parte de la villa fue reutilizada como necrópolis durante el siglo V d.C. Los mosaicos de la villa de Villaricos están siendo restaurados para su puesta en valor en el marco de un gran proyecto, promovido por el Ayuntamiento de Mula, el Museo del Cigarralejo y el Servicio de Patrimonio Histórico, que prevé la cubrición del yacimiento mediante una gran techumbre, la consolidación y restauración de los mosaicos y su acondicionamiento y adecuación para la visita.

   Descripción

   Hasta el momento son cuatro las habitaciones cuyos mosaicos presentan buen estado de conservación. Todos tienen características similares; se trata de opus tesselatum, es decir, mosaicos polícromos en los que se utilizan tesselas (pequeños fragmentos de mármol) de cinco colores diferentes: blanco, rojo, naranja, negro y amarillo. Los motivos decorativos son geométricos, destacando la ausencia de representaciones antropomorfas o animales. Destacan los nudos salomónicos, grecas y esvásticas, enmarcados en grandes frisos. Los mosaicos corresponden a una de las últimas fases de ocupación de la villa; la técnica y los motivos representados fechan los pavimentos en torno al siglo IV d.C.

   El mosaico de la habitación absidal

   En uno de los extremos del edificio, junto a una gran habitación, se excavó otra estancia, que cuando fue construida era de planta rectangular, pero que fue transformada en otra de planta absidal. En esta habitación se excavó uno de los mosaicos mejor conservados de la villa que, aunque afectado por la reforma descrita, se puede reconstruir perfectamente su decoración. Se trata de un pavimento geométrico compuesto por una orla bícroma (blanco y negro) de círculos donde se inscriben flores cuatrípetalas, a la que le sigue otra orla de esvásticas entralazadas; a continuación, otra orla en la que se dispone un rectángulo en el que se inscriben tres rombos. Los motivos centrales se encuentran peor conservados, pero podría tratarse de una nueva orla, rematada en sus esquinas por cuadrados que encierran rombos. Los demás mosaicos de la villa presentan motivos decorativos similares al descrito.