Las excavaciones arqueológicas en la villa de Villaricos han documentado un gran establecimiento rural romano en el que se identifica claramente dos partes; una, la conocida como pars urbana, la zona residencial del conjunto (en la que destaca las termas) y otra, la pars rustica, el área industrial en la que el elemento más significativo es la zona destinada a la producción de aceite.
El ámbito doméstico
A grandes rasgos, debido al gran número de habitaciones excavadas en la villa, en la parte doméstica se puede hablar de tres partes bien diferenciadas. El peristilo, patio en torno al cual se articulan las estancias principales de la villa. La techumbre de este sector de la casa, a un agua, derivaría el agua de lluvia hacia el patio, donde era recogida y canalizada mediante una tubería hacia una gran cisterna subterránea.
El segundo espacio, las termas donde se han conservado varios de los espacios que, generalmente, formaban parte de los baños. La sala fría (tepydarium), una pequeña piscina a la cual se accedía mediante cuatro escalones; junto a ella se excavó otra bañera de asiento. Desde ahí se accedía al caldarium o sala de agua caliente y al laconicum (sudatorio), este último de planta octogonal. Las dos estancias se hallan sobreelevadas respecto al resto de la villa. Por debajo del suelo de estos dos espacios, sustentados por medio de pilares de ladrillo, había una cámara a través de la cual circulaba el aire caliente necesario para el caldarium y el laconicum y que era producido en un horno anexo.
Por último, las habitaciones, en las cuales se desarrollaba la vida estrictamente doméstica de los residentes de la casa: cocina, dormitorios, salones ¿etc. Se ha excavado un gran número de estas habitaciones, que en una segunda fase fueron pavimentadas con mosaicos, aunque todavía no se ha podido avanzar en la funcionalidad de cada una de ellas.
El área industrial
Destaca los restos de una almazara o torcularium, cuyos restos se localizaron, sobre todo, en la Habitación 2. Una plataforma central, de planta cuadrangular y sobreelevada 8 cms. del resto del suelo, realizada con opus signinum (mortero hidráulico), bordeada por pequeños cantos, es donde se apoyaría la prensa. De ahí, y por una conducción practicada en el pavimento, el líquido obtenido pasaba a una pileta anexa. La pileta, de pequeñas dimensiones y de poco más de medio metro de profundidad, tenía las paredes recubiertas con signinum de gran calidad. Un corredor, la Habitación 16, unía la pars urbana o zona residencial con el torcularium. Se trata de un estrecho pasillo roto en el siglo V por un enterramiento de inhumación.