Manuel Muñoz Barberán. Lorca (Murcia), 1921 - Murcia 2007
Infancia
El 26 de mayo de 1921 Bibiana Barberán daba a luz a un varón al que llamaría Manuel. La infancia de Manuel Barberán estuvo marcada por la temprana muerte de su padre, Alejandro Muñoz Furió.
Primeros estudios artísticos
Asiste a clases en la Academia Municipal de Dibujo que dirigía Francisco Cayuela, aunque es expulsado por falta de disciplina. Los ruegos de su madre, para que fuera admitido, le permitieron continuar sus estudios. Durante esos años de estudio pudo observar a otros alumnos: Marcos Cayuela, Joaquín Ruiz o Enrique Espín.
En la década de los 30 se traslada a Garrucha, allí se relaciona con personas que le ayudarán a desarrollar sus inclinaciones artísticas. Además durante esos años llegó el Museo Ambulante de las Misiones Pedagógicas, donde descubre a Ramón Gaya, Juan Bonafé y Eduardo Vicente.
La Guerra Civil
Al inicio de la Guerra Civil Muñoz Barberán regresa con su familia a Lorca, y comienza a trabajar en el taller fotográfico de Juan Navarro Morata. Aunque solicitó una beca a la Diputación Provincial no se la concedieron por faltarle el certificado de prisiones.
En 1939 conoce a Joaquín Espín y desde ese momento una amistad les unió. De él recibió muchos libros de arte, además de consejos.
Años de posguerra
En los años 40 se traslada a Cehegín. Allí realizó la restauración de la Iglesia de la Magdalena.
Comienza un período de viajes por Zaragoza, Barcelona y Madrid, donde realiza visitas a las principales salas de exposiciones y museos. En estos momentos admira las obras de Fortuny, Goya y Velázquez.
En 1942 el párroco de San Antolín de Murcia solicita los servicios de Manuel Muñoz Barberán para decorar la capilla de la Comunión. Ese mismo año le otorgan el tercer premio en la Exposición Regional de Cieza con el cuadro ¿ Calle de Cehegín¿.
La consolidación de un gran artista
Aunque fija su residencia en Murcia son frecuentes sus viajes a Madrid, que aprovecha para completar su formación acudiendo al Círculo de Bellas Artes y realizando copias de los cuadros expuestos el Museo del Prado.
En Murcia comienza a tener relaciones con artistas de todos los campos: escultores como José Planes y Juan González Moreno; algunos de los pintores más relevantes del momento: Molina Sánchez, Hernández Carpe, Medina Bardón, Almela Costa, Mariano Ballester o Luis Garay; y también con escritores y profesores de la Universidad: Cano Pato, Fernández-Delgado, Marín-Baldo, Alemán Sainz, Torres Fontes o Antonio de Hoyos.
Muñoz Barberán fue el encargado de restaurar las pinturas de la iglesia del Rosario y de diseñar las pinturas de la Capilla de Fátima en Espinardo.
Su relación con el abogado, galerista y escritor Manuel Fernández-Delgado Maroto, le llevó a conocer la decoración mural, ya que de él recibió el encargo de hacer un mural para la galería Chys, aunque actualmente no queda nada de él.
Son numerosos los encargos de este período: Santo Domingo de Mula, los franciscanos de Cehegín y en Murcia.
En los años 50 Manuel Muñoz Barberán se ha consolidado como uno de los pintores más importantes de la Región.
En 1954 comienza a realizar los murales de la basílica de la Purísima de Yecla, en San Francisco Javier de Los Barreros y en San Dionisio Areopagita de Fuente Álamo en Albacete. Posteriormente pinta en San Bartolomé, realiza la fachada de San Antolín, decora las iglesias de Ricote y la Asunción de Molina de Segura y la capilla de la Hermandad del Cristo de los Azotes.
Durante estos años Muñoz Barberán también participó en la pintura decorativa que se estaban realizando en buena parte de los edificios murcianos: establecimientos, oficinas y en entidades financieras.
Realizó una amplísima actividad artística: carteles para la Semana Santa, Festival de Folklore del Mediterráneo, numerosos encargos de retratos, bodegones y paisajes e incluso ilustra a plumilla artículos de periódico y libros.
Del viaje que realiza por Portugal con Molina Sánchez han quedado algunas anécdotas, como el que atravesara España en sidecar.
Galardones
A lo largo de su vida ha recibido numerosos premios que han consolidado al artista: Tercera Medalla del Salón de Otoño de Madrid, Premio ¿Paisaje Madrileño¿de Excmo. Ayuntamiento de Madrid, Palma de Plata de la Bienal de la C.A.S.E. de Elche, Premio Nacional Villacís de la Excma. Diputación Provincial de Murcia, Laurel de Murcia de la Asociación de la Prensa y Premio Chys, Premio Excmo. Ayuntamiento de Madrid en la Exposición Nacional de Bellas Artes entre otros.
En 1968 es nombrado Académico de Número de la Academia Alfonso X el Sabio de Murcia. Y en 1977 fue nombrado director del Instituto Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Murcia.
Con la llegada de la madurez, realiza de nuevo trabajos de gran envergadura: las decoraciones de los teatros Guerra de Lorca y Concha Segura de Yecla. También destaca su obra gráfica y los carteles. Destacan los libros Murcia, Reino de Frontera. Castillos y Torreones de la Región de Murcia o Sobre el autor del Quijote Apócrifo.
Desde entonces y hasta su muerte, el 1 de diciembre de 2007, se suceden los premios y reconocimientos recibidos por el artista.