A pesar de que su natural carácter introvertido y su modestia le hayan hecho pasar inadvertido para muchos de sus paisanos, Eduardo García Pérez ha sido posiblemente el personaje más importante de Campos del Río a lo largo de todo el siglo XX. Nacido en la localidad el 11 de mayo de 1927, en su trayectoria vital pueden distinguirse tres grandes etapas jalonadas por los acontecimientos de 1951, 1965 y 1992.
Vocación sacerdotal y afición literaria
Fue desde temprana edad muy aficionado a las letras, tanto es así que en 1942, cuando apenas contaba 15 años, ya ganó un premio de poesía en Murcia. Sin embargo estos loables entretenimientos quedaron pronto relegados durante más de veinte años dejando paso a su gran vocación, el sacerdocio. Se ordenó como sacerdote el primer día de julio de 1951 en el Seminario de Misiones de Burgos y ese mismo mes ya fue destinado a las misiones de Río San Jorge, en el Departamento de Bolívar, Colombia.
Tras cinco años como profesor en el Seminario Indígena de Tacasuán, fue destinado a Monte Líbano. Terminado su periplo por Colombia como misionero, regresó a Europa en 1956 para formarse en Roma donde se licenció en Misionología en la Universidad Gregoriana. Trasladado a Madrid en 1958, fue comisionado para visitar los distintos seminarios distribuidos por España en busca de posibles misioneros, Ejerciendo el cargo de Director de la Procuria de Madrid.