Ramón Gaya ha sido calificado en muchas ocasiones como un pintor ''fuera de su tiempo'', aunque no es del todo cierto. Tras su primer viaje a París, mostró una gran desilusión por las vanguardias del momento, pero había algunas excepciones, como Picasso, Matisse, Van Gogh, Cézanne, Manet, Braque, Bores o Modigliani, por lo que su recelo a lo moderno no era absoluto. Sus referencias a partir de entonces serán Velázquez, Rembrandt, Tiziano o Rubens, el llamado ''Tronco del Prado''.

     La filosofía del pintor murciano se puede resumir en la frase que le dijo al poeta Jorge Guillén, poco después de volver de Francia, cuando éste le preguntó su opinión sobre los pintores vanguardistas. "A mí lo que me gusta son Las Meninas", contestó Gaya. Y ése ha sido el centro de su obra, durante más de 80 años.

     Se trata de un investigador, y por eso da la sensación en ocasiones de que deja los cuadros sin terminar, para pasar rápidamente a probar otras cosas. Dependiendo del momento de su vida en el que se encuentre, estudia a unos pintores o a otros, pero siempre fueron los mismos los que marcaron su obra.

     En cuanto a las técnicas utilizadas, Ramón Gaya se caracteriza por pintar sobre todo bodegones, paisajes y algunos retratos. Como dice Andrés Trapiello,"lleva pintando las mismas cosas, desde distintos sitios, más de 50 años". La mayoría en óleo sobre lienzo y acuarela sobre papel, gouache y pastel sobre papel, y los dibujos y grabados en lápiz y tinta sobre papel.


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