Además de objetos metálicos y cerámicos, en el yacimiento de La Bastida de Totana se han encontrado multitud de utensilios fabricados en diversos materiales y relacionados con la vida doméstica y las actividades económicas propias de un poblado argárico. La madera era uno de los materiales empleados en la vida cotidiana de los poblados argáricos, especialmente para la fabricación de útiles domésticos y agrícolas, así como para la confección de la empuñadura de armas o los entramados en las construcciones. El hueso se utilizaba también para la elaboración de objetos domésticos, armas y elementos de adorno personal. Por último, para la realización de utensilios de piedra se empleaba principalmente el sílex y la cuarcita, siendo el primero de ellos destinado a la fabricación de hoces y trillas. En La Bastida se han encontrado piezas elaboradas con este material y también mediante la técnica de piedra pulimentada.
De madera
La madera era un material completamente integrado en la vida cotidiana de los poblados argáricos. La empleaban para la construcción de sus viviendas a modo de pilares y vigas. Las casas eran levantadas sobre un pequeño zócalo de piedra, con tres o cuatro hiladas de mampostería, sobre el que se instalaba un alzado formado por un armazón de cañas revestidas de barro. La techumbre estaba integrada por un entramado de ramas y sería plana o con una leve inclinación, ya que, según Siret, de ser inclinado las aguas de lluvia arrastrarían la tierra que lo hacía impermeable. El techo era sostenido por el propio muro ó unos postes de madera de pino carrasco, a veces embutidos en los muros y a veces exentos, clavados en el suelo, calzados con piedras. La unión de postes, vigas y ramajes se realizaría con cuerdas de esparto.
La madera también se utilizaba para la fabricación de útiles domésticos, empuñadura de armas y utensilios agrícolas, como la hoz o la trilla. Las herramientas empleadas en el campo llevarían todas algún elemento de madera. La madera era también imprescindible a modo de combustible en los hogares, para preparar el alimento durante todo el año y para preservar a sus habitantes del frío en las épocas más gélidas.
En referencia a la posible vegetación que habría en el entorno del yacimiento de La Bastida, de la que obtendrían la madera, solo caben especulaciones debido a la falta de datos polínicos y otro tipo de vestigios. Es probable que abundasen los bosques mediterráneos con pinos carrasco, sabinas, encinas, arces, castaños o robles, así como abundante matorral bajo y hierbas aromáticas. También sería sencillo proveerse de madera de ribera en las zonas con cursos de agua como álamos, sauces, acebuches, olmos, fresnos o chopos.
Además, por su privilegiada ubicación en la rambla de Lébor serían frecuentes las especies de humedales con presencia de tarayes, cañas y juncos, que complementarían la variedad de especies autóctonas de la zona. El cerro de la Bastida ofrece en la actualidad una imagen dominada por el porte arbóreo del pino carrasco de repoblación y aparecen plantas como boja, acebuche, espino negro, romero y esparto.
De hueso
El hueso era otro de los materiales empleados para la fabricación de útiles domésticos y armas, siendo también usado para la confección de adornos personales. Los huesos podían pertenecer a animales domésticos o salvajes, realizando incluso, aunque de forma esporádica, trabajos con vértebras de pez. Se han hallado restos óseos tanto en el poblado como en las sepulturas, usándose para la fabricación de objetos punzantes, empleándose los de menor tamaño para perforar pieles, mientras que los más grandes se utilizarían como armas. Algunos conservan la articulación, que podría servirles como mango, apoyando la mano para hacer presión e incluso, en ciertos casos, las empuñaduras podían estar rematadas con lóbulos de hueso o marfil.
También se fabricaron espátulas de hueso, relacionadas con la realización y decoración cerámica, elementos relacionados con el trabajo textil como agujas o botones, así como punzones, dos de estos últimos se encontraron en el interior de la cista 76 de La Bastida. Con este material también se elaboraban collares, como los hallados en diversas sepulturas del yacimiento, en ocasiones combinados con cuentas de concha y piedras y, más singularmente, con vértebras de pez, como aparecieron tras la excavación en La Bastida del enterramiento 52 en el departamento X.
De piedra
De forma genérica se puede establecer una clasificación del tipo de herramientas elaboradas en piedra durante la época argárica, atendiendo a su funcionalidad:
-Herramientas de extremo cortante y redondeado. Con bisel simétrico, tradicionalmente denominadas hachas, aunque sí presentan un tamaño reducido y su forma esrectangular alargada son denominadas cinceles. Con bisel asimétrico llamadas azuelas o escoplos, cuando presentan una forma alargada y rectangular. Con bisel cóncavo, también llamadas gubias. Estas dos últimas incluirían las piedras de sílex, que actuaban como hoces. Percutores sin mango, para un uso directo con la mano. Martillos con posibilidad de ser enmangados. Martillos de minero, con mayor volumen y peso que los anteriores, así como la presencia de ranuras o escotaduras laterales relacionadas con el enmangue.
-Instrumental de molienda, abrasión, pulimento y triturado. Molinos utilizados como soporte para el triturado sobre todo de cereales y minerales o esparto. Manos de molino con formas redondeadas o cilíndricas (su parte superior es redondeada para poder asirlas con las manos, no obstante la base que se desliza por el molino resulta prácticamente lisa), usados como trituradores sobre los molinos. Alisadores con formas alargadas o redondeados, usados para la regularización de superficies, principalmente de objetos cerámicos. Abrasivos. Su utilización está relacionada con el pulimento de superficies, presentes en elaboración de piedra trabajada y en metalurgia para obtener superficies pulidas y filos cortantes. Machacadores utilizados mediante percusión para triturar alimentos o pigmentos. Moldes de fundición, usados para la elaboración de herramientas, adornos o armas en bronce. Sobre un soporte de piedra se talla la forma elegida y se vierte el metal fundido sobre ella. Pesas de telar redondeadas, a modo de rueda maciza, a la que se realizan dos agujeros que la atraviesan para atar en ellos los hilos de lino, que se colocan en el telar vertical. Las pesas del telar también podían estar realizadas con arcilla.
-Objetos de adorno y placas decoradas. Objetos de escotaduras laterales, cuentas de collar, pulseras y botones. Placas de arquero con formas rectangulares o trapezoidales. Se trata de piezas que se colocaban en la muñeca o antebrazo, con el fin de proteger al arquero de la cuerda del arco tras el disparo.