Al final de todas las celebraciones, se rezarán las preces jubilares para ganar la indulgencia plenaria.
1 -Oración por las intenciones del Romano Pontífice para ganar las indulgencias del Santo Jubileo.
Oremos: Oh, Dios, que para suceder al apóstol Pedro elegiste a tu siervo Benedicto XVI como pastor de tu Iglesia, escucha la oración de tu pueblo y haz que nuestro Papa, Vicario de Cristo en la Tierra, confirme en la fe a todos los hermanos y que toda la Iglesia se mantenga en comunión con él, por el vínculo de la unidad y de la paz, para que todos encuentren en ti la Verdad y la Vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
2 -Oremos todos juntos con las palabras que el mismo Señor Jesucristo nos enseñó: Padre Nuestro.
3 -Oración del Jubileo (todos, o a dos coros)
Oh Dios misericordioso,
que nos enviaste a tu Hijo unigénito,
en todo semejante a nosotros,
menos en el pecado.
Él por amor nuestro,
y para cumplir tu eterna voluntad
se entregó con un amor admirable
a los suplicios de la Pasión para salvarnos.
Desde el misterio de sus sufrimientos
por los azotes que recibió atado a una columna
nos dices, oh Dios, que amas a cada criatura,
que estás por la humanidad
y que lo único que detestas es el pecado.
Que la mirada de sus llagas
mueva nuestros corazones
a buscar la reconciliación con los enemigos,
a dar la mano a los adversarios,
a apaciguar las luchas,
a hacer crecer los deseos de paz,
a lograr que el perdón venza al odio
y la indulgencia a la venganza.
Así nuestra vida será un canto
a tu justicia y tu bondad infinitas.
Virgen María, Madre nuestra,
asociada al Redentor en sus padecimientos
por la salvación del género humano;
intercede continuamente por nosotros,
para que despojándonos
de la triste herencia del pecado
nos convirtamos a tu mismo Hijo,
fuente de perenne gracia y
puerta del perdón siempre abierta.