Indulgencia
Las disposiciones para obtener la indulgencia jubilar son las siguientes:
1.La confesión sacramental -en el mismo día de la peregrinación, o unos días antes o después de la visita-, que lleva a una auténtica conversión del corazón y a perdonarnos los unos a los otros. Puede ser una buena ocasión para redescubrir este sacramento.
2.La participación en la eucaristía ¿también en el mismo día de la peregrinación o unos días antes o después de la visita-, como encuentro con Cristo vivo y resucitado, nuestra vida y nuestra paz.
3. La peregrinación, que es la visita al Santuario del Cristo o en la parroquia de la ciudad donde se encuentre, para recordar que toda la vida cristiana es una peregrinación a la casa del Padre.
4. La oración, participando en el lugar de la peregrinación en una celebración litúrgica, un ejercicio de piedad o rezando con las oraciones de siempre (Padrenuestro, Ave María, Gloria, Credo, etc.), y orando por las intenciones del Papa.
5. La caridad, una especie de peregrinación hacia Cristo presente: visitando enfermos, ancianos solos, minusválidos, etc.; teniendo algún gesto de perdón con familiares, vecinos o conocidos o sosteniendo con una aportación significativa obras de carácter social. En este último sentido, las limosnas que los fieles entregan en la colecta de la misa del peregrino van a ser enviadas para la atención de los cristianos de Belén y para la edificación de un dispensario en Kenia.