Madurez
Tras cumplir los 35 años Manuel Coronado decide no presentarse a más concursos pues cree que es más ético que sean los jóvenes, que tanto le ayudaron en los inicios de su carrera, quienes sean los destinatarios de dichas menciones.
A partir de 1990 exhibe su obra de forma ininterrumpida en diversas instituciones públicas y privadas, entre ellas el Banco Central de Bruselas (Bélgica) y la Feria Internacional de Los Ángeles (California) de la mano del galerista Gabriel Vanrell; a su regreso a España se instala en Murcia y realiza exposiciones en Mazarrón, Palacio de San Esteban (Murcia), Casino de Águilas y Galería Wssel de Cartagena. Al tiempo dirige un centro cultural en Mojácar (Almería), desde donde funda los Premios Delfos, proyectaba la pintura decorativa de la Parroquia de Águilas y preparaba el homenaje a Rafael Alberti.
También en estos primeros años de la década de los noventa lleva a cabo una serie de antologías en el Teatro Padilla de Almería, en Le Vache Blue (París) y en Conventions Center de Los Angeles (California).
Muestra en la Exposición Universal de Sevilla
Durante los actos culturales de la Exposición Universal de Sevilla expone su obra en el Pabellón de la Región de Murcia. Desde 1993 inicia una labor de investigación didáctica relacionada con las artes visuales en torno a la percepción del arte en el niño que aún hoy continúa desarrollando, dedicándose circunstancialmente a la enseñanza de la pintura, a la iconografía del circo en el cuadro, teoría del dibujo, plástica y volumen, etc.
Es en estos últimos años cuando dedica gran parte de su tiempo a realizar pequeñas exposiciones itinerantes por diversos centros culturales y galerías de la Región de Murcia (Águilas, Molina de Segura, El Esparragal, Murcia, Ceutí, Lorca, etc.) y, sobre todo, cuando se reencuentra con el Grupo Alaró con el que realiza una serie de muestras bajo el título de ''Diez años después''.
La vinculación a Mallorca y el arraigo a su tierra, Águilas, permiten a Manuel Coronado una gran versatilidad a la hora de manifestar sus inquietudes artísticas, desde sus proyectos didácticos y muestras monográficas, a las numerosas exposiciones temporales que lleva a cabo.
Se afinca definitivamente en Águilas
Fija su residencia en Águilas desde donde intenta potenciar desde distintas vertientes una cultura artística que vertebre el eje mediterráneo, desde Valencia a Almería a través de la música clásica y el arte.
Artista versátil, últimamente viene alternando la pintura con la escultura, siendo ésta una prolongación de aquella. Color y forma se alían en un todo para ofrecer una visión del mundo caracterizada por el amor libre y la alegría de vivir. Coronado siente una especial predilección por la figura humana, centrada en la recreación de la belleza femenina, que representa en escorzo horizontal (a la manera egipcia), dotando a los rostros de grandes ojos, nariz griega y labios frutales.
El mundo del cine y la mitología forman parte del universo de formas por Coronado recreado. La metafísica del artista se resuelve, no pocas veces, en obras de gran formato, que revelan su capacidad para los grandes espacios y las representaciones complejas. Mujeres que se metamorfosean en palomas. Flores que acaban siendo mujeres. Desnudos de mujer revoloteando en escenarios urbanos donde el Gran Mirón acecha. Máscaras elegantes que representan en la vía pública ¿el gran teatro del mundo- escenas galantes desprovistas de lascivia. Porque todo lo que representa Coronado adquiere al instante sello de autenticidad. ''El desnudo es casto. Lo que no es casto es el ojo''.
De sus últimas andanzas, mudanzas y obsesiones plásticas y emocionales da cuenta ''La Caja de Pandora'', novela sobre su vida y obra, debida a la envolvente prosa del escritor Antonio Martínez Cerezo, que ha merecido varios premios y sobre la que existen buenas perspectivas de llevarla pronto al cine.
Nada más apropiado para el personaje de cine que es Coronado.