La Bastida de Totana

  La Bastida, al igual que otros grandes poblados argáricos estudiados como Castellón Alto o Fuente Álamo, se articulaba mediante la utilización de calles y pequeñas plazas o espacios abiertos, creadas a partir de la estructuración y aterrazamiento de las laderas del cerro. El piso de estos espacios era básicamente el suelo de la ladera rebajado y reafirmado para resultar transitable.

  El trazado de las calles

  La estructura de la red viaria del poblado de La Bastida se realizaría en torno a unas calles centrales, que subirían en línea recta hacia la parte alta del cerro, donde se encontraban las estancias de las clases dirigentes. Estas vías principales tendrían a su vez calles secundarias en cada una de las terrazas, a través de las cuales se llegaba hasta la entrada de las viviendas, incluso las terrazas se comunicarían mediante un sistema de rampas y escaleras excavadas en el terreno. La unión entre algunas de estas vías llevaría a disponer de espacios abiertos o plazas, de reducidas dimensiones, destinados a distintas funciones de la vida diaria del poblado, como por ejemplo el curtido de pieles o la cocción de materiales cerámicos en hornos.

  Características del entramado urbano

  Para la realización de los caminos y calles de unión en el interior del poblado se debieron tener en cuenta numerosas circunstancias:

-La clase social más elevada, situada en la cima del cerro, debía poseer un buen acceso a la entrada del poblado.
-La defensa era el principal objetivo del urbanismo del poblado, por lo que los accesos y las calles que partían de ellos debían contribuir a ganar en seguridad.
-La ubicación de las viviendas en terrazas y su intercomunicación.
-La necesidad de espacios abiertos para la vida cotidiana del poblado, así como numerosas actividades relacionadas con la elaboración de útiles cerámicos, de esparto, metálicos o textiles (curtido de pieles).
-La posibilidad de lluvias torrenciales en determinadas épocas del año hizo que en calles y espacios abiertos se ubicaran primitivos sistemas de desagüe, así como refuerzos en los muros exteriores de las casas.
-El trasiego de animales de carga que transportaban los alimentos desde los campos de cultivo hasta las distintas viviendas del poblado.
-En los poblados argáricos aterrazados, como La Bastida, se ha confirmado la utilización de las techumbres de algunas viviendas como piso, pasillo o zona de paso, en relación a la terraza del nivel inmediatamente superior como una excelente forma de ganar espacio en la ladera.

  La adaptación al crecimiento de población

  El paso del tiempo y el aumento de la población en La Bastida hicieron que la estructura de sus calles y espacios abiertos fuera modificada en extremo. La creación de nuevas viviendas, así como la ampliación de las ya construidas, supusieron un estrechamiento de las vías del poblado y de sus espacios abiertos dando lugar a un nuevo y complejo sistema de comunicaciones internas en el cerro. Este aumento progresivo de la población, unido al estancamiento en la producción de alimentos y a diversos factores, tanto sociales como medioambientales adversos, propiciaron a finales del II milenio la desaparición de la cultura argárica.