Recreación de una vivienda de La Bastida [La Bastida de Totana]
Recreación de una vivienda de La Bastida
Interior de una vivienda de La Bastida [La Bastida de Totana]
Interior de una vivienda de La Bastida


  Gran parte de la vida doméstica en un poblado argárico como La Bastida se realizaba en el interior de las viviendas. En las excavaciones arqueológicas de los poblados del Valle del Guadalentín se han hallado evidencias que llevan a pensar en los hogares argáricos como lugares de reposo y recogimiento, pero también como espacios de trabajo diario. En una proporción muy elevada de ellos se practicaban labores relacionadas con la alimentación, el vestuario o la creación de útiles de hueso o piedra pulida para la vida diaria, todo en la misma vivienda. En su interior se elaboraba la comida en hogares, que disponían de salida de humos en la techumbre de la vivienda, dos de ellos fueron localizados en la dependencia XI de La Bastida.

  Las tareas domésticas

  En la dependencia XVIII del cerro totanero se hallaron molinos de mano para moler el cereal, lo que acercaría esta vivienda a uno de los trabajos más usuales dentro de la casa argárica, las labores relacionadas con la agricultura, base de la alimentación del poblado. En un estudio relacionado con los huesos encontrados en varios enterramientos de poblados argáricos andaluces se ha llegado a la conclusión de que las mujeres padecían un mayor desgaste en la zona de las rodillas, la región lumbar y los codos, partes del cuerpo que sufren más en las labores de molienda del cereal, lo que lleva a pensar que este trabajo era realizado por ellas. También relacionadas con la alimentación y los cereales se localizaban, normalmente separadas del resto de la vivienda por un muro, unas estancias en las que se disponían algunas vasijas o tinajas para el almacenamiento. En el vecino asentamiento de Los Cipreses de Lorca aparecieron bellotas dentro de estos recipientes.

  Muy próximo al acceso de la vivienda se ubicaba el telar vertical de pesas, para confeccionar prendas de vestir como pantalones, túnicas o camisolas. Se trataba de una labor compleja, que comenzaba con la plantación de lino para posteriormente transformarlo en el material con el que se realizaban las piezas textiles. Los telares de pesas eran de madera y no se han conservado hasta la actualidad, pero sí las pesas que tensaban los distintos hilos con los que se trabajaba. También contaban en el interior de las casas argáricas con zonas dedicadas al descanso, en las que se disponían lechos elaborados con ramajes finos y mullidos. El interior de las viviendas argáricas también fue lugar de enterramiento de algunos de sus difuntos. En numerosas dependencias de La Bastida se han llegado a encontrar hasta 6 y 7 enterramientos bajo el suelo. Estas inhumaciones desvelan una simbología de apego y muestra de respeto con relación al antepasado.