Abanilla [+]
El clima y el buen hacer de sus gentes han hecho de este municipio un oasis en el desierto murciano. Su situación entre Aragón y Castilla lo convirtieron en un lugar estratégico durante la reconquista. La fiesta de la Santa Cruz en mayo recuerda estas antiguas batallas.
Paseando por la ciudad, de entre las numerosas ermitas, destaca la Iglesia de San José, patrón de Abanilla, que fue consagrada por el Cardenal Belluga en 1712.
El yacimiento paleontológico de Quibas, situado en una pequeña cantera abandonada en la ladera sureste del extremo oriental de la Sierra de Quibas, ha sido declarado Bien de Interés Cultural debido a su gran interés por su abundante y variada fauna (más de 60 especies de reptiles, mamíferos, anfibios, aves, etc.) y por la edad del yacimiento, ya que está datado a finales del Pleistoceno Inferior, de 1,3 a 1 millón de años.
Sus parajes naturales permiten disfrutar de un agradable baño en las intermitentes aguas que recorren su atractivo paisaje 'lunar'.
Abanilla cuenta con una flora peculiar, propia de ambientes mediterráneos, adaptada por lo general a condiciones de calor y sequía. No obstante, la presencia de ramblas, umbrías y afloramientos de agua permiten la existencia de distintos hábitats. En ramblas y ríos lavegetación viene dominada por el taray (Tamarix sp.), planta bien adaptada a suelos salinos y aunque son arbustivas, algunas adquieren porte arbóreo. La adelfa (Nerium oleander) es una planta muy bien adaptada a la sequía.
Abundan el carrizo (Phragmites austalis), la caña (Arundo donax) y los juncos (Juncus acutus). El paisaje más frecuente en la zona viene constituido por lomas soleadas y desprovistas de árboles. En suelos margosos y arcillosos de este tipo predomina el esparto (Stipa Tenacissima), en ocasiones como vestigio de plantaciones que fueron realizadas cuando constituía una materia prima de gran importancia para la fabricación de calzado, tejidos, cestos, serones, etc.
La mayoría de las zonas arboladas son fruto de la repoblación basada en una sola especie, el pino carrasco (Pinus halepensis), aunque pueden encontrarse algunos ejemplares autóctonos que han alcanzado un porte considerable, como ocurre en Balonga. Entre las gimnospermas se encuentran, además del pino carrasco, el enebro (Juniperus oxicedrus); y la sabina común (Juniperus phoenicea), que generalmente crece en fisuras rocosas; ambas son especies protegidas. La única especie representada del género Quercus es la coscoja (Quercus coccifera), cuyas bellotas, bastante amargas, han sido empleadas para alimento de ganado hasta nuestros días. Se puede contemplar esta flor en las sierras y montes de las pedanías altas de Abanilla (Sierra de Barinas, Balonga, Quibas y el Cantón).
Fortuna[+]
Próxima a la capital de la Región de Murcia, Fortuna es conocida por la riqueza de sus manantiales. El agua, escasa en esta zona, brota con fuerza en este municipio dando lugar a numerosas fuentes como la Higuera, la Cueva Negra o los Baños, cuyas termas ya eran conocidas por los romanos y que han evolucionado hasta convertirse actualmente en un importante balneario. Su historia se remonta a los asentamientos íberos, cuyos restos se conservan en algunas de las pedanías del municipio como Caprés, Castillejo o Cortao de las Peñas. De la dominación árabe se conserva el Castillico de los Moros. No debemos dejar sin visitar la Iglesia Parroquial de La Purísima, de estilo barroco, la Casa Convento y la Casa Consistorial, donde se conservan unos bellos 'panneaux', todo ello construido bajo la estética del modernismo.
Su paisaje, a veces desértico, se cubre del agua que brota de sus termas. El viajero puede disfrutar del paraje del Cortao de las Peñas, dos montañas partidas por el movimiento de la tierra.
De gran importancia es el humedal del Ajauque y Rambla Salada, Espacio Natural Protegido de gran belleza donde las comunidades de carrizal y saladar ocupan la mayor parte del espacio. Entre las especies que forman parte del humedal, destaca la presencia de las poblaciones más importantes a nivel regional de Tamarix boveana.
De su fauna sobresale la presencia de especies características de hábitats esteparios, es el caso del aguilucho cenizo (Circus pygargus) y del alcaraván (Burhinus oecdicnemus), siendo designado ZEPA por la especie cigüeñuela (Himantopus himantopus).