Descubrimiento
El hallazgo de las inscripciones de la Cueva Negra se produce al mismo tiempo que otros descubrimientos arqueológicos del municipio de Fortuna. Los 'tituli picti' de la Sierra del Baño fueron descubiertos en 1981; al poco tiempo, dirigidos por el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Murcia, D. Antonino González Blanco, un equipo de filólogos, epigrafistas, arqueólogos, restauradores y fotógrafos iniciaron el estudio de las inscripciones. Resultado de estos trabajos fue la publicación de una monografía dedicada al yacimiento, convertido en acontecimiento internacional. Paralelamente a los estudios epigráficos se iniciaron las intervenciones arqueológicas. Primero en la propia Cueva y años más tarde junto a los actuales Baños de Fortuna, donde a mediados de los ochenta se habían localizado restos romanos en una pequeña loma. Las excavaciones sacaron a la luz un espectacular complejo romano, que fue puesto en relación con la Cueva Negra, ya que buena parte de las divinidades que aparecen mencionadas en las inscripciones tienen que ver con el agua o son de carácter salútifero.
En los 90 continuó el estudio de los textos en relación con las excavaciones arqueológicas. Resultado fue la publicación de una segunda monografía, donde se recogía un estudio de las inscripciones y del entorno arqueológico y geológico de la Sierra del Baño. Las excavaciones llevadas a cabo en el Santuario entre los años 1999 y 2006, así como otros estudios de carácter etnográfico realizados en Fortuna, han acabado de demostrar la relación entre ambos yacimientos. Recientemente ha sido publicado un tercer libro dedicado a nuevas interpretaciones de las inscripciones de la Cueva Negra y al análisis de los restos arqueológicos en los Baños.