A juzgar por algunos restos arquitectónicos rescatados en las excavaciones, Begastri debió convertirse en una ciudad de relevancia, aunque el hecho de que todavía no se hayan localizado los elementos que singularizan la ciudad clásica (el foro y los edificios de carácter lúdico) exige prudencia e incluso ha planteado dudas entre algunos investigadores sobre el grado de desarrollo de la ciudad.
La existencia de un foro en Begastri es uno de las problemáticas a resolver en las intervenciones arqueológicas. Quizás uno de los indicios de que pudo disponer de foro es el altar dedicado a Júpiter, que bien pudo exornar el entorno del templo que suele presidir este sector de la ciudad romana. El foro es un edificio casi siempre de forma rectangular, situado generalmente en el centro de la ciudad. Era su lugar más importante y el punto de encuentro de los ciudadanos. Tenía un pórtico que se extendía a lo largo de toda la construcción y que conformaba una plaza central descubierta, donde se celebraban las reuniones y el mercado y donde estaban los edificios civiles y religiosos más importantes de la ciudad como eran los templos, la basílica, la curia...
Durante los siglos IV y V d.C. se produce una profunda metamorfosis del paisaje urbano. Los grandes edificios lúdicos (teatro, anfiteatro, circo), estrechamente vinculados con el espacio forense, habrían quedado en desuso ya en el siglo IV. El caso del teatro romano de Cartagena, ocupado por un barrio de viviendas, es emblemático, aunque existen otros ejemplos en el ámbito romano. Otro proceso constatado puntualmente es la usurpación del espacio público monumental, como la plaza forense con construcciones de carácter religioso o por viviendas que presentan unas dimensiones más reducidas, una distribución de espacio y unas técnicas constructivas que nada tienen que ver con las residencias urbanas de época alto imperial.