El Eslizón Ibérico parece una lagartija 'sin patas'. Tiene un aspecto general cilíndrico, ya que éstas se encuentran muy reducidas. Los ojos son pequeños, y las extremidades, cortas, son poco funcionales. La cola también es cilíndrica, ancha en la base y apuntada en su extremo, y su tamaño es igual que el cuerpo, o un poco más larga.
La coloración es pardo claro, muy brillante, con bandas más oscuras en el dorso y los costados, y otras claras en los lados. Las manchas ocelares son amarillas, bordeadas de pardo oscuro, y cubren el cuerpo y la cola, abundando más en la parte posterior del cuerpo.
Hábitat y distribución
Ha sido encontrado en arenales costeros, entre raíces, bajo piedras y otros objetos. También en cultivos y zonas adyacentes, en pinares abiertos, en eriales del Altiplano, en islas, e incluso próximos a viviendas y construcciones humanas.
El Eslizón Ibérico, como indica su nombre, es un endemismo ibérico, es decir, que sólo se encuentra a escala mundial, en la Península Ibérica. Ocupa buena parte de su territorio, incluso las islas e islotes, aunque falta en el norte peninsular.
Costumbres
Tiene hábitos excavadores, permaneciendo durante el día en sus refugios. En zonas costeras llega hasta la playa en busca de alimento o refugio. Sus reducidas extremidades no impiden que sea de movimientos rápidos, ondulantes, enterrándose con suma facilidad en el terreno suelto en que normalmente se mueve. Su actividad es crepuscular y nocturna, recorriendo su territorio en busca de presas, trasladándose para ello por la superficie y escondiéndose a la menor señal de peligro. Posee un marcado territorialismo que se traduce en feroces combates entre los machos. Las heridas que se observan en la base de la cola de algunos ejemplares son el resultado de estos enfrentamientos, donde no es raro que lleguen a perderla por completo. Son ovovivíparos.
Protección y conservación
Especie que, por sus costumbres, permanece oculta a los ojos del gran público (e incluso de los propios naturalistas), lo que también puede estar haciendo pasar desapercibidas posibles amenazas. El desarrollo turístico y la urbanización del litoral y zonas del interior son las principales amenazas que se ciernen sobre los hábitats de sus poblaciones costeras. También los visitantes estivales, con el mero pisoteo, provocan la alteración de sus hábitas, y la presencia de gatos, la muerte de un gran numero de eslizones.
Es obvio el papel de España en la conservación de esta especie, exclusiva de la Península. Las poblaciones insulares tienen gran interés faunístico, y a la vez, junto a las litorales, un mayor riesgo de extinción.
Curiosidades
En el Noroeste, es conocido como Escupión, por la creencia de que escupe, algo que es simplemente imposible. No decimos ya nada de los posibles daños que su escupitajo puede provocar: ninguno.
Vicente Hernández Gil