La Orden de los Trinitarios es una congregación religiosa que fue fundada por el francés Juan de Mata a finales del siglo XII. Cuentan las crónicas que mientras celebraba misa, Juan de Mata vio como un monje liberaba a unos cristianos que habían sido presos por los piratas musulmanes y les devolvía la fe. A partir de entonces sintió la necesidad de fundar una orden religiosa para rescatar a los cautivos.
Durante varios siglos los trinitarios recorrieron pueblos y ciudades para devolver la libertad a los cristianos. El rescate más conocido es el de Miguel de Cervantes, quien durante cinco años estuvo preso en Argel por los piratas berberiscos, hasta que en 1580 dos frailes trinitarios, Fray Juan Gil y Fray Antón de la Bella, aportaron el dinero necesario para lograr su libertad.
Llegan a Torre Pacheco
A principios del siglo XVII, Luis Pacheco y Arróniz cedió a la Orden de la Santísima Trinidad de Murcia una legua de tierra que contenía cincuenta casas, todas ellas habitadas por labradores, en Torre Pacheco. Los trinitarios se instalaron en la casa principal, conocida como “La Monástica”, que estaba ubicada junto a la antigua iglesia, y durante más de dos siglos se convirtieron en los mayores terratenientes de la localidad. En este tiempo edificaron una venta y construyeron un aljibe y una almazara.
En 1835 la finca de Torre Pacheco, que medía 356 hectáreas, era la más extensa de todas las que poseían los trinitarios en Murcia. Dos años más tarde, y como consecuencia de la desamortización de Mendizábal, estas tierras fueron vendidas en subasta pública. Poco después los trinitarios se marcharon de Torre Pacheco.