Biografía
Rubén Lorca comenzó en el mundo del deporte, como lo hacen casi todos los chicos en el colegio, dando patadas a un balón. “Estuve jugando al fútbol sala de portero durante algunos años y aunque no llegué a federarme, lo cierto es que tenía buena proyección en este deporte. En el equipo donde estaba, estuve a punto de entrar en la selección murciana de fútbol sala pero al final me aburrí y al año siguiente empecé con la bicicleta”, recuerda.
Del fútbol al ciclismo
No tuvo más opción, si el deporte rey no había conseguido engancharle lo suficiente, el siguiente en la lista era el ciclismo. “Mi hermano ha estado montando en bicicleta muchos años y yo he estado yendo a las carreras con él. Luego también se aficionó mi primo y a mí no me quedó más remedio que seguirles a ellos. En cierto modo podría decirse que mi hermano es el culpable de que hoy yo sea ciclista”, comenta.
También podría decirse que lo suyo con la bicicleta fue un flechazo ya que desde el día en que se subió a aquella Cosmos de hierro de su padre hasta hoy, casi diez años después, él y la bicicleta han sido inseparables. “Nosotros antes de correr carreras federadas, corríamos entre amigos. Hacíamos los dorsales y nos montábamos nuestra propia carrera. Tengo buenos recuerdos de mis primeros años porque había mucho compañerismo y la gente se ayudaba mucho más que ahora”, explica.
Y tras estas primeras carreras entre amigos llegó el momento de participar en competiciones más serias y Rubén Lorca se federó para competir en infantiles de primer y segundo año con el equipo Asociación Deportiva de Algezares Abraxas. Corría el año 1997 y Rubén recuerda como si fuese ayer la primera carrera que disputó. “Fue en infantiles de primer año, en Beniel. Hice quinto porque me caí en al última curva”, recuerda. Aún así los rasguños no fueron suficientes para hacerle desistir y en su segundo año de infantiles llegó su primera victoria. “Fue en Torre Pacheco. Gané contra todo pronóstico porque era en terreno llano, y nadie esperaba que fuese a ganar allí. Esa victoria se la dediqué a mi familia y en cierto modo también a mí, porque me sirvió para darme cuenta de que podía estar delante, con los mejores”, asegura. Y tras esta primera aproximación al ciclismo pasó a la categoría de cadetes con el equipo Azulejos Joaquín Ramos.
Las primeras victorias
En su primer año en la categoría de cadetes consiguió la victoria en la carrera Virgen de Loja, disputada en Granada y fue componente de la selección murciana de ciclismo. En el año 2000, ya en su segunda temporada en la categoría de cadetes, llegaron cuatro victorias más, una de ellas en el Campeonato de España de detección de talentos en Contrarreloj individual.
A pesar de los triunfos conseguidos, Rubén piensa que las victorias podrían haber sido mucho más de no haber tenido enfrente a un equipo muy potente. “Tuve muy mala suerte porque siempre me tocó enfrente un equipo, el Ciclos Sarabia, que tenía cinco o seis corredores muy buenos como José Joaquín Rojas, Domingo Bermúdez, Gomáriz o Solache que casi siempre me ganaban la partida”, afirma.
Tras su paso a juveniles en las filas del Colchón Comodón, siguió teniendo delante a los mismos rivales, pero lo cierto es que con la experiencia acumulada durante sus cuatro temporadas anteriores, el número de victorias fue mayor. Y aún creció mucho más en el año 2002 en las filas del Estrella de Levante. Rubén consiguió diez primeros puestos que le confirmaron lo que el venía pensando desde años atrás. El ciclismo era su deporte.
El ciclismo profesional duró muy poco
Al finalizar su etapa en juveniles, Rubén sólo estuvo tres años en la categoría amateurs. El primero en las filas del equipo Kelme y los dos siguientes en el equipo que fue la semilla del actual 3 Molinos Resort Murcia Turística.
Y a pesar de su juventud, estos tres años fueron suficientes para que los responsables del 3 Molinos contasen con él para formar el equipo profesional. Una lástima que la andadura de este equipo sólo durase una temporada. Con su desaparición, desaparecieron también las esperanzas de Rubén Lorca de seguir en el ciclismo profesional.