Edad Moderna
Crisis de población
El final de la Edad Media en Lorca propició la acumulación de la propiedad en grandes latifundios. Esta circunstancia condujo a muchos campesinos a la situación de jornaleros, sin esperanzas de alcanzar tierra propia o prosperar. Población y territorio padecieron entonces un proceso de regresión. Como único progreso se constata en 1755 la creación de un molino harinero de piedra en Zarcilla de Ramos, movido por las aguas del río de Luchena.
Según las fuentes documentales existentes, de los 87 vecinos ubicados en la zona de Zarcilla de Ramos, 37 eran labradores y 14 de estas personas trabajaban en las propiedades de los terratenientes. Entre los grandes señores que poseyeron extensiones se encuentran Diego Bravo y Alfonso Osorio. A finales del XVIII, por los diversos censos realizados se observa un crecimiento negativo de la población, diezmada por efecto de las epidemias y las malas cosechas.