Jesús Griñán Nicolás. Puente Tocinos, 1944.
Belenista desde la infancia
El artista Jesús Griñán nació en la pedanía murciana de Puente Tocinos, popularmente conocida como la Cuna del Belén.
Desde niño mostró interés y vocación por las artes y comenzó estudios de pintura y dibujo en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia. De su paso por esta Escuela, se llevó los conocimientos pictóricos que más tarde aplicaría a las bellas figuras de sus belenes.
Precozmente inclinado hacia la artesanía belenista, en 1952 entra a trabajar como aprendiz en el obrador de un vecino suyo, donde permaneció durante ocho años descubriendo el oficio. En ese tiempo no se limitó a trabajar, sino que ingresó en la Real Academia de Amigos del País para asistir a clases de pintura, dibujo y escultura.
Al segundo día de acudir a la Academia, el joven aprendiz encontró en la escalera del centro dos metales y un cincel, herramientas que se convertirían en las primeras que utilizase en su taller de belenes y que conserva actualmente.
Ávido de nuevos horizontes, tras su periplo en el taller de su vecino, entró a trabajar en el prestigioso taller de belenes de Ortigas Méndez, sito en la calle de Torre de Romo.
En este taller trabajó como oficial durante más de una década y en él conoció a la que se convertiría en su esposa, la joven pintora Paquita Zamora.
El declive de este importante taller artesano lo llevó a trabajar en otro obrador, situado en la carretera de Patiño. En éste permaneció durante trece años, fraguando la idea de montar su propio taller.
Un taller familiar
La terraza de su casa, en la Calle del Rosario, en Puente Tocinos, se convirtió en el primer taller familiar de Jesús Griñán. En 1979 recibe el primer encargo importante efectuado por el entonces Ministro de Cultura Ricardo de la Cierva.
El negocio fue creciendo gracias al tesón y talento de Jesús Griñán y al trabajo y entusiasmo de su familia. El aumento de los encargos le llevó a comprar una casa en 1980 en la calle de San Antón, en Puente Tocinos, donde estableció la nueva sede de un taller en crecimiento. Esta casa se ampliaría más tarde para satisfacer la creciente demanda.
La pequeña empresa familiar fue floreciendo y llevando el nombre de la artesanía murciana a numerosos rincones de la geografía española e internacional, a través de ferias, exposiciones y certámenes. Para evitar confusiones con otros belenistas murcianos, registró la marca Belenes de Murcia.
Los Belenes de Jesús Griñán alcanzan fama internacional
El talento, la dedicación y el arte de Jesús ha desbordado las fronteras nacionales. Numerosas instituciones políticas, religiosas y culturales de todo el mundo han mostrado su interés por lucir en sus salones, capillas o patios Nacimientos de estilo hebreo y tintes barrocos de este escultor de Puente Tocinos.
La Embajada de España en Tokio, el Parque Temático Español de Japón, las plazas de la ciudad de Bruselas o la Catedral de San Patricio de Nueva York, son algunos de los importantes y variopintos escenarios donde multitud de curiosos y de entendidos artesanos han podido deleitarse con la belleza, sencillez y preciosismo de sus belenes.
Griñán ha expuesto sus colecciones de gran talla y de pequeño formato en diferentes espacios culturales de la geografía española, cosechando la admiración de los espectadores y excelentes críticas en los medios de comunicación.
Además, puede presumir de haber atraído la atención de personalidades de la talla del Papa Juan Pablo II, que conservó uno de los Nacimientos de Griñán en sus aposentos.
Cada Navidad, San Lorenzo del Escorial expone uno de sus belenes y hay muestras permanentes de Nacimientos en el Museo de Las Palmas y en Asturias, entre otros lugares.
Jesús Griñán también ha satisfecho las demandas de clientes particulares de todo el mundo, como el obispo de la ciudad de Denver (EEUU)
El taller de Jesús Griñán: un belenista murciano convertido en referente
Su obra es un referente fundamental en la artesanía de belenes de la Región de Murcia. Aún es recordada con admiración aquella gran exposición del Museo de Bellas Artes o sus montajes en el patio renacentista del Palacio de San Esteban.
Jesús Griñán ha enseñado a sus hijos este bello oficio y actualmente la totalidad de su familia trabaja en su taller de Puente Tocinos.