Edad Media
Los árabes traen las encañizadas hasta las golas de La Manga
La aportación del pueblo árabe a La Manga y al conjunto de la comarca marmenorense es de gran trascendencia, puesto que construyeron artilugios de pesca llamados encañizadas, colocados en las golas o canales naturales que se abren en La Manga y que comunican el Mar Menor con el Mar Mediterráneo.
Estos sistemas de pesca se siguen utilizando en la actualidad, como hace siglos, para la captura del mújol y de otras especies típicas del Mar Menor.
El azote de los piratas berberiscos
A partir del siglo XVI, el litoral marmenorense se convierte en territorio inseguro debido a los continuos desembarcos de piratas procedentes del Norte de África.
Estos temibles corsarios llegaban a las costas arrasando con todo aquello que encontraban a su paso, robaban los bienes y el ganado de sus habitantes e incluso los secuestraban para utilizarlos como esclavos.
La presencia de piratas berberiscos tendrá como consecuencia el despoblamiento de la costa y la edificación de torres de defensa para alertar a la población de la llegada de las naves enemigas.
Al igual que fenicios, griegos y romanos, los piratas también fondeaban sus navíos en el canal del Estacio, por donde actualmente salen las embarcaciones de recreo del Puerto Deportivo Tomás Maestre, al amparo de las islas Grosa y Farallón.
En esta época La Manga del Mar Menor estaba ocupada por extensiones de bosques con pinos, encinas, robles y tejos, que fueron siendo diezmados durante la Edad Media hasta desaparecer.