Historia del Ciclismo

Abel Vera era apenas un adolescente de 16 años cuando comenzó a cosechar  triunfos con su bicicleta, convirtiéndose en una joven promesa del ciclismo regional cuya carrera pronto quedaría truncada por desgraciados avatares del destino. El menor de once hijos, nació en Beniaján, en mayo de 1909, de Luisa González y Antonio Vera Canovas, importante exportador de naranjas.   De sus éxitos ciclísticos se ocuparon periódicos como El Liberal, Cartagena Ilustrada e incluso el Murcia Deportiva que le dedicó nada menos que una portada de su revista, en noviembre de 1925.   La enorme atracción que sentía por el ciclismo pudo cristalizar en afición, hecha realidad, cuando su hermano Antonio, destacado en Londres por razones del negocio paterno, comenzó a importar bicicletas de Inglaterra.   La primera vez que aparece en prensa participando en una carrera fue en 1925 cuando la afición de Beniaján organiza una competición de 53 km de recorrido cuyo vencedor fue Abel con su bicicleta marca Royal.  Sólo unas semanas después competía en la carrera Beniaján-Santa Pola-Beniaján, recorrido que volvería a repetir en 1926 aunque en aquella segunda ocasión habría de retirarse de la prueba por problemas con su bicicleta.  Sin embargo, en Torre Pacheco llegó tercero a pesar de que la participación fue inusualmente numerosa, de una cincuentena de corredores.  Pero su prueba de fuego como ciclista tuvo lugar en la carrera Murcia-Sierra Espuña-Murcia, con nada menos que 106 km de dura prueba en la que logró situarse segundo tras cuatro horas y quince minutos de intenso pedaleo.  En cambio, a pesar de las expectativas, no alcanzó podium en la vuelta ciclista a la ciudad de Murcia de sólo 53 km de recorrido que organizaría la Federación Regional de Atletismo y el periódico El Tiempo, en septiembre de 1927.