El Museo Arqueológico Municipal ocupa la antigua casa señorial de los Salazar Rosso, también conocida como Palacio del Marqués de Esquilache o Palacio de los Moreno Rocafull.
Fue construida entre finales del siglo XVI y principios del XVII en Estilo Renacentista italiano.
Toma su nombre de las familias de comerciantes genoveses que la mandaron construir. Se trata de un edificio de tres alturas terminado con cubierta a dos aguas.
La sencilla fachada, realizada en mampostería, presenta distintos elementos destacables como el zócalo, la hermosa portada y la decoración de las ventanas.
La portada que enmarca el acceso de la fachada principal está compuesta por dos pilastras adosadas al muro apoyadas sobre pedestal y rematadas por capiteles de orden compuesto esquematizado. Sobre ellas aparece un friso decorado con triglifos y metopas, en las que alternan relieves que representan motivos florales y mascarones o cabezas de león. Encima de este friso se aprecia un frontón partido moldurado. Éste presenta a ambos lados un remate compuesto por dos jarrones con motivos florales o palmetas. Entre ellos aparece un gran escudo nobiliario enmarcado por relieves que representan decoraciones florales y animales esquematizados.
Flanqueando esta composición aparecen las figuras de dos esfinges. Estas figuras están compuestas por cabeza de hombre barbado, busto de mujer sin bazos y extremidades inferiores en forma de león. Sobre las cabezas aparecen dos volutas que recuerdan el orden jónico clásico.
Estas esfinges sustentan un nuevo frontón partido, de menor tamaño que el anterior, sobre el que aparece un relieve decorado con la cabeza de un león y un gran jarrón con flores o palmetas. A ambos lados de este jarrón se sitúan las figuras de dos niños que sostienen cuernos de la abundancia.
A un lado de esta gran portada se lee en grandes letras doradas: Museo Arqueológico.
El resto de la decoración de la fachada conjuga distintos elementos clásicos. Así encontramos ventanas molduradas, cerradas por rejería, y balcones en la segunda planta flanqueados por pequeñas pilastras adosadas y coronados por frontones triangulares al estilo clásico.
En la última planta se aprecian pequeños vanos de forma cuadrangular enmarcados por molduras.
A finales del siglo XX, el interior del edificio fue adaptado a las necesidades que requería su función como sede del Museo Arqueológico de la ciudad. En la actualidad.